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NUEVA YORK, Estados Unidos, nov. 2, 2011.- CME, la operadora que gestiona la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), aseguró hoy que cualquier desvío de fondos que haya podido hacer la firma de inversiones MF Global, que protagonizó el lunes la octava mayor quiebra de EU, fue después de que concluyera la auditoría de sus cuentas la semana pasada.
CME completó a comienzos de la semana pasada una auditoría de los libros contables de MF Global tras la cual certificó que la firma fundada en 2007 por el ex gobernador de Nueva Jersey, Jon Corzine, cumplía la normativa que obliga a este tipo de empresas a separar sus fondos de los de sus clientes.
Por ello, según insistió la operadora de Nymex en un comunicado de prensa, cualquier desvío de fondos que haya podido realizar la firma neoyorquina fue después de su auditoría "y en violación de las regulaciones de la Comisión de Negociación de Futuros (CFTC, por su sigla en inglés) y de las propias normas del CME".
MF Global, considerada la primera víctima de la crisis de deuda de la zona euro, admitió este martes haber desviado en los últimos días cientos de millones de dólares de sus clientes para intentar vender la empresa a la firma Interactive Brokers Group, movimientos que llevaron a las autoridades a iniciar una investigación.
En un primer momento se calculó que el monto desviado podría rondar 950 millones de dólares, pero tras la declaración de quiebra de la compañía esa cifra se redujo hasta 700 millones, un agujero en sus libros contables que propició finalmente que no se materializara su venta y se viera obligada a declarase en quiebra.
Según la documentación presentada el lunes ante el Tribunal de Bancarrotas de Manhattan, los activos de MF Global Holdings alcanzan 41 mil 50 millones de dólares, mientras que su deuda se coloca en 39 mil 680 millones de dólares, lo que convierte esa quiebra en la octava mayor de la historia de EU.
Tras verse obligada a abandonar la Bolsa de Nueva York, donde sus acciones se desplomaron este año el 85 %, MF Global empezó a cotizar hoy en los mercados OTC ("over the counter"), donde se negocian, sin supervisión oficial, acciones de empresas que no quieren o no pueden acceder a mercados regulados.
La quiebra se produjo una semana después de que revelara que perdió 191.6 millones de dólares en el segundo trimestre, tras verse duramente golpeada por la crisis de deuda europea debido a su portafolio de 6 mil 300 millones de dólares en bonos del Tesoro de países como Bélgica, Italia, España, Portugal e Irlanda.
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