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WASHINGTON, Estados Unidos, sep. 23, 2011.- El presidente de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), Wayne LaPierre, sostuvo este viernes que la operación 'Rápido y Furioso' representa el mayor caso de encubrimiento oficial desde el escándalo de Watergate, y pidió una investigación por un fiscal independiente.
Durante un discurso ante la Conferencia de Acción Política Conservadora en Orlando, LaPierre acusó al Departamento de Justicia y a la Casa Blanca de manipular a la opción pública y de difamar a los vendedores legítimos de armas 'a pesar de que ellos sabían la verdad'.
'Este es el mayor encubrimiento desde Watergate y es hora de hacerse la pregunta de Watergate. Quién autorizó ?Rápido y Furioso? y qué tan alto llegó', dijo sobre el operativo de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de trasiego ilegal de armas a México.
La NRA es la mayor organización estadounidense de defensa de la posesión de armas, un derecho consagrado en la segunda enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
LaPierre, quien solicitó la designación de un fiscal independiente, pronunció su discurso luego de que un comité legislativo pidió a la Casa Blanca documentos, correos electrónicos y notas de tres altos funcionarios que tuvieron conocimiento de 'Rápido y Furioso'.
La petición fue hecha por el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, el republicano Darrel Issa, y por el senador republicano Charles Grassley, como parte de una ampliación de la pesquisa legislativa.
Los tres funcionarios implicados son el ex director para América del Norte del Consejo Nacional de Seguridad, Kevin O´Reilly, su director para el Hemisferio Occidental, Dan Restrepo, y el director de Política Antiterrorista, Greg Gatjanis.
Una serie de correos electrónicos obtenidos en su momento por la cadena CBS confirmaron que O?Reilly, Restrepo y Gatjanis recibieron informes de la operación, aunque el presidente Barack Obama ha dicho que no tuvo conocimiento de la misma hasta que la cadena la hizo pública.
Los informes a los funcionarios de la Casa Blanca fueron hechos desde el año pasado por el agente William Newell de la ATF, que tenía a su cargo el operativo.
Tanto el presidente Obama como el procurador general Eric Holder han negado haber tenido conocimiento del operativo 'Rápido y Furioso' antes de que fuera hecho público por la prensa.
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