Benedicto XVI: Hitler, ídolo pagano que quería sustituir a Dios

Por Agencia | Fuente: EFE | 2011-09-22

El Papa habla por primera vez ante el Parlamento alemán y ofrece un discurso sobre la libertad; poco antes mantuvo un encuentro con dirigentes judíos y arremetió contra Hitler

BERLÍN, Alemania, sep. 22, 2011.- Benedicto XVI condenó este jueves el nazismo en Berlín, acusó al "omnipotente" Hitler de ser un "ídolo pagano" que quería sustituir a Dios y afirmó que las "horribles" imágenes de los campos de concentración muestran de lo que es capaz el hombre cuando rechaza a Dios y "el rostro que puede asumir un pueblo".


El Papa Ratzinger hizo estas afirmaciones en el discurso que pronunció ante un grupo de dirigentes judíos alemanes con los que se reunió en el Reichstag, tras intervenir asimismo en el Parlamento Federal, el Bundestag.

"El régimen de terror del nacionalsocialismo se fundaba sobre un mito racista, del que formaba parte el rechazo de Dios (...) El "omnipotente" Adolf Hitler era un ídolo pagano, que quería ponerse como sustituto del Dios bíblico, Creador y Padre de todos los hombres. Cuando no se respeta a este Dios único, se pierde también el respeto por la dignidad del hombre", afirmó.

El Papa Ratzinger, que en numerosas ocasiones condenó el Holocausto y visitó el campo de exterminio nazi de Auschwitz y Birkenau, en Polonia, subrayó que las horribles imágenes de los campos de concentración al final de la guerra "mostraron de lo que puede ser capaz el hombre que rechaza a Dios y el rostro que puede asumir un pueblo en el rechazo de ese Dios".

El Obispo de Roma destaco el "respeto recíproco" entre las dos religiones, la católica y la protestante, y subrayó que el encuentro se celebraba en el Reichstag, "un lugar central de la memoria, de una espantosa memoria", en referencia a la época del nazismo.

"Desde aquí se programó y organizó la Shoah (el Holocausto), la eliminación de los ciudadanos judíos en Europa", agregó el Papa alemán, quien subrayó que antes del "terror nazi" medio millón de judíos vivían en Alemania y eran un componente estable de la sociedad.

Y añadió que, sin embargo, tras la Segunda Guerra Mundial Alemania fue considerada como el "País de la Shoah", en el que, en realidad, ya no se podía vivir.

Benedicto XVI recordó también la noche del pogromo (de los "cristales rotos"), del 9 al 10 de noviembre de 1938 y dijo que solamente unos pocos percibieron en su totalidad la dimensión de aquel acto de "desprecio humano".

Entre esos destacó al cabildo de la Catedral de Berlín, Bernhard Lichtenberg, que desde el púlpito gritó: "Fuera, el Templo está en llamas; también éste es casa de Dios".

Benedicto XVI destacó que desde hace años la comunidad judía ha renacido y resaltó el diálogo de la Iglesia Católica con el judaísmo, señalando que se siente muy cercana al pueblo hebreo y que con la Declaración "Nostra Aetate" del Concilio Vaticano II, el camino de ese dialogo es "irreversible".

La declaración conciliar "Nostra Aetate" condena el antisemitismo y reconoce las raíces judías del cristianismo.

Benedicto XVI visitó en 2005, durante la Jornada Mundial de la Juventud católica, en Colonia, la sinagoga de esa ciudad, la segunda vez en la historia que un papa entraba en un templo judío tras la histórica visita de Juan Pablo II a la sinagoga de Roma en 1986.

La visita fue considerada asimismo histórica, ya que por primera vez era un pontífice alemán el que pisaba una sinagoga de Alemania, el país donde el régimen nazi ejecutó el Holocausto, el asesinato de millones de judíos.

Ratzinger condenó con dureza el nazismo, al que calificó de "demencial ideología racista de matriz neopagana" y reiteró su deseo de mejorar las relaciones de la Iglesia Católica con el pueblo judío.

El Obispo de Roma advirtió también que por "desgracia" actualmente están surgiendo nuevos signos de antisemitismo y de hostilidad generalizada hacia los extranjeros.

El Pontífice dijo que las generaciones actuales no conocieron los terribles acontecimientos ocurridos antes y durante la Segunda Guerra Mundial, en referencia al nazismo y el Holocausto, y señaló que la Iglesia tiene la obligación de transmitir los valores para que no vuelvan a ocurrir hechos similares.

 

PAPA: SIN EL DERECHO, EL ESTADO SE CONVIERTE EN UNA CUADRILLA DE BANDIDOS

 

Benedicto XVI dijo este jueves en el Parlamento federal alemán que "servir al derecho y combatir el dominio de la injusticia es y sigue siendo el deber fundamental del político".

Advirtió además que la aplicación del derecho distingue al Estado de "una gran banda de bandidos", como ocurrió en la Alemania nazi.

"Si se quita el derecho, el Estado, como decía san Agustín, se convierte en una gran banda de bandidos. Lo alemanes sabemos por experiencia que estas palabras no son una mera quimera. Hemos visto cómo el poder se separó del derecho, se enfrentó al derecho y pisoteó el derecho, de manera que el Estado se convirtió en un instrumento para la destrucción del derecho", afirmó el Papa.

En su primera intervención en un Parlamento, en este caso el de su país, el Papa Ratzinger agregó que el Estado se transformó en una "cuadrilla de bandidos muy bien organizada que podía amenazar al mundo entero y empujarlo hasta el borde del abismo".

"Servir al derecho y combatir el dominio de la injusticia es y sigue siendo el deber fundamental del político. En un momento histórico, como el actual, en el cual el hombre ha adquirido un poder hasta ahora inimaginable, este deber se convierte en algo particularmente urgente", agregó el Papa.

El Pontífice aseguró que el hombre "tiene la capacidad" de destruir al mundo, "se puede manipular a sí mismo y puede, por decirlo así, hacer seres humanos y privar de su humanidad a hombres".

Al acto no asistieron numerosos diputados del partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y La Izquierda, en un gesto de protesta por considerar que la intervención del jefe de la Iglesia Católica contraviene el principio de la neutralidad religiosa del Parlamento.

El Obispo de Roma insistió en que hay que distinguir entre el bien y el mal y que la política "debe ser un compromiso por la justicia y crear así las condiciones básicas para la paz".

Reconoció que un político puede buscar el éxito, pero señaló que debe estar subordinado al criterio de la justicia, a la voluntad de aplica el derecho y a la comprensión del mismo.

El Papa advirtió que el éxito puede ser también una "seducción" y de esa forma abre las puertas de la desvirtuación del derecho y la destrucción de la justicia.

Benedicto XVI dijo también que cuando está en juego la dignidad del hombre y de la humanidad, el principio de la mayoría no basta.

El Obispo de Roma aseguró que el cristianismo, "al contrario que otras grandes religiones", nunca ha impuesto al Estado y a la sociedad un derecho revelado, un ordenamiento jurídico derivado de una revelación y que en cambio se ha referido a la naturaleza y a la razón como verdaderas fuentes del derecho.

En un largo y denso discurso, el Papa Ratzinger se refirió asimismo al positivismo y afirmó que allí donde la razón positivista se considera la única cultura suficiente, relegando todas las otras actividades culturales a la condición de subcultura, el hombre y la humanidad están amenazados.

El Papa agregó que lo decía "mirando" a Europa, y precisó que la razón positivista que se presenta de modo exclusivista y que no es capaz que percibir nada más que aquello que es funcional "se parece a los edificios de cemento armado sin ventanas, en los que logramos el clima y la luz por nosotros mismos y rechazamos recibir ambas cosas del gran mundo de Dios".

"Es necesario volver a abrir las ventanas, hemos de ver nuevamente la inmensidad del mundo, el cielo y la tierra y aprender a usar todo ello de manera justa", señaló.

"Es necesario volver a abrir las ventanas, hemos de ver nuevamente la inmensidad del mundo, el cielo y la tierra y aprender a usar todo ello de manera justa", señaló.

Benedicto XVI concluyó la jornada berlinesa con una misa en el Estadio Olímpico, ante unas 70.000 personas, en su primer baño de multitudes, ante las que volvió a condenar los casos de pederastia y dijo que en la Iglesia hay "peces buenos, malos, grano y cizaña".


El Papa mostró además su preocupación por la cada vez mayor "fragilidad" del matrimonio.

Benedicto XVI viajará mañana a Erfurt, donde ejerció Lutero y donde mantendrá un encuentro ecuménico con las iglesias surgidas de la Reforma luterana.

 

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