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NUEVA YORK, Estados Unidos, sep. 12, 2011.- Por primera vez desde aquella mañana del 11 de septiembre del 2001, este lunes se abrió al público el lote donde alguna vez se alzaron las Torres Gemelas y el lote que fue escenario de los atentados terroristas fue transformado en un monumento que consiste en dos espejos de agua rodeados por los nombres de las casi 3.000 víctimas.
La plaza en memoria de las víctimas abrió sus puertas a las 10 de la mañana bajo estrictas medidas de seguridad, del estilo de las que se usan en los aeropuertos.
Los visitantes usaban trozos de papel y pedazos de carbón para copiar los nombres de sus seres queridos.
Los visitantes pudieron caminar entre centenares de robles blancos y contemplar el agua en los sitios exactos en los que alguna vez se alzó el Centro de Comercio Mundial.
Asimismo, pudieron tocar los nombres grabados en bronce de las 2.977 personas que murieron en los ataques en Nueva York, el Pentágono y Pensilvania, además de los seis muertos en el ataque de 1993 contra el Centro de Comercio Mundial. Directorios electrónicos permitirán a las personas localizar los nombres de sus seres queridos.
La plaza había sido abierta de forma limitada el domingo, al cumplirse el 10 aniversario de los ataques, sólo a los familiares de las víctimas.
Sufia Simjee, de Baltimore, viajó a Nueva York para llorar la pérdida de su prima, Nasima H. Simjee, una analista financiera muerta el 11 de septiembre del 2001. Dijo que la familia nunca recibió los restos de Nasima. Ahora, al menos, tienen un lugar donde dejar flores. "Nos da un lugar para honrarla", dijo.
Aunque miles de trabajadores de construcción han entrado y salido del sitio a lo largo de la década, este lunes es la primera vez en que los estadounidenses comunes, sin una chapa policial, un pase de prensa o un casco de constructor pueden recorrer el lugar.
"Esto va a hacer lo que los terroristas trataron de impedir: el haber creado un lugar en el que, sin importar tendencias políticas, clase económica, etnia o país de origen las personas van a venir a expresar sus respetos, un lugar que ha sido transformado de uno conocido por enorme dolor a un lugar de asombrosa belleza", dijo la semana pasada el presidente del monumento Joe Daniels, cuando se hacían preparativos para la apertura.
La entrada es gratuita, pero será estrechamente controlada. Los visitantes tendrán que obtener pases por adelantado, que les permitirán ingresar a un tiempo específico. No se permitirá la presencia de más de 1.500 personas a la vez.
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