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MADRID, España, ago. 21, 2011.- El Papa Benedicto XVI llegó hoy hasta la base aérea de Cuatro Vientos en Madrid para celebrar una misa ante 1.5 millones de personas que lo recibieron con un ambiente festivo, cantando, agitando pancartas y banderas de todo el mundo.
Poco después de las 09:00 horas locales, el pontífice llegó hasta el aeródromo y abordó el 'Papamóvil' a bordo del cual recorrió diversos pasillos entre la multitud que gritó, aplaudió y entonó la porra más socorrida de estos días: 'íEsta es, la juventud del Papa!'.
El líder católico presidió la ceremonia con la cual concluye oficialmente la XXVI Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que inició el 16 de agosto.
El área extra que los organizadores abrieron para acoger a los peregrinos que no pudieron participar en la vigilia de anoche lució prácticamente completa y significó una extensión de 200 mil personas a las más de 1.2 millones que ya podría contener el aeropuerto.
Poco antes de la llegada del pontífice por micrófono se anticipó a los asistentes que no todos podrían tomar la comunión, por la cantidad de personas. Por ello recomendaron a los fieles comulgar en cualquier parroquia de la capital española.
En la misa participaron los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, así como numerosas personalidades políticas, sociales y religiosas, entre otros 60 cardenales, 800 obispos y más de 14 mil sacerdotes.
Las indumentarias litúrgicas utilizadas por estos miles de curas fueron confeccionados por cientos de personas que utilizaron 10 mil kilómetros de hilo para armar 40 kilómetros de casullas, 15 kilómetros de albas y cinco kilómetros de purificadores (pequeñas telas para cubrir hostias).
Al finalizar la misa el líder católico anunció oficialmente la próxima sede de la Jornada Mundial de la Juventud que será Río de Janeiro, en julio de 2013.
MENSAJE DEL PAPA
En su homilía, El Papa Benedicto XVI urgió a cientos de miles de jóvenes anunciar el mensaje de Cristo en todos los ambientes, incluso donde existe el rechazo y la indiferencia.
'No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás. Por tanto, no se guarden a Cristo para ustedes mismos. Comuniquen a los demás la alegría de nuestra fe. El mundo necesita el testimonio de nuestra fe, necesita a Dios', indicó.
'No se puede seguir a Jesús en solitario -agregó-; quien cede a la tentación de ir por su cuenta o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la sociedad, corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesucristo, o de acabar siguiendo una imagen falsa de él'.
El obispo de Roma señaló que la fe no es fruto del esfuerzo humano o de la razón, sino que es un don de Dios que no proporciona solo alguna información sobre la identidad de Jesucristo, sino que supone una relación personal con él.
Añadió que la fe está ligada estrechamente al seguimiento de Jesús, es una capacidad que debe consolidarse y crecer, hacerse más profunda y madura, a medida que se intensifica y fortalece la relación, la intimidad con él.
Según el Papa Jesús construyó la Iglesia sobre la roca de la fe de Pedro y por eso no se puede separar a la Iglesia de Cristo como la cabeza del cuerpo.
'Sí, la Iglesia no es una simple institución humana, como otra cualquiera, sino que está estrechamente unida a Dios. La Iglesia no vive de sí misma, sino del Señor. El está presente en medio de ella, y le da vida, alimento y fortaleza', estableció.
'Tener fe es apoyarse en la fe de tus hermanos, y que tu fe sirva igualmente de apoyo para la de otros. Les pido, queridos amigos, que améis a la Iglesia, que les ha engendrado en la fe, que les ha ayudado a conocer mejor a Cristo, que les ha hecho descubrir la belleza de su amor', ponderó.
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