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MADRID, España, ago. 20, 2011.- A pesar del calor sofocante de Madrid, una riada de decenas de miles de peregrinos se mantiene incesante hacia Cuatro Vientos, en las afueras de la capital, para asistir esta tarde-noche a la vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud y a la Eucaristía que la clausura mañana y que oficiará Benedicto XVI.
De la estación de metro más cercana fluye un hormigueo de personas que se dirigen a ese aeródromo, mientras vecinos de la zona tratan de refrescarlas arrojándoles agua con cubos y jarras desde ventanas y balcones. Algunos particulares intentan aprovechar las circunstancias vendiendo a los que pasan agua y refrescos que llevan en carritos.
Los peregrinos que siguen llegando se suman a los muchos miles que ya se trasladaron a este lugar desde primeras horas de la mañana provistos de sus mochilas, sacos de dormir u otros artículos para poder pasar la noche en el aeródromo, con el fin de asistir mañana a la misa.
Ya en la explanada de Cuatro Vientos, que tiene una dimensión equivalente a 48 campos de fútbol, los peregrinos tratan de protegerse del sol bajo las carpas de alimentación, las de las capillas, o con tiendas de campaña propias.
Los bomberos, a su vez, tratan también de aliviar los efectos de las altas temperaturas, que hoy en Madrid alcanzan los 39 grados, con mangueras de agua que lanzan desde lo alto de camiones.
Hileras enormes de personas pueden verse en los grifos de agua potable y también en los cuartos de baño montados para esta cita multitudinaria a la que los organizadores esperan que asistan un millón de peregrinos católicos.
Hasta media tarde, los sanitarios del servicio municipal de urgencias (SAMUR) han atendido a casi 700 peregrinos, de los cuáles 23 han tenido que ser trasladas a hospitales, en su gran mayoría debido al fuerte calor y a la falta de sombra.
Una portavoz de Emergencias Madrid indicó que ninguno de los casos es de carácter grave, y que las intervenciones son principalmente por lipotimias, mareos y síncopes, así como por caídas.
El SAMUR ha desplegado más de 350 efectivos, entre ellos una veintena en bicicleta, y efectúa las atenciones médicas en ocho barracones con capacidad para decenas de pacientes y que cuentan con un equipo completo, incluido aire acondicionado.
Con una afluencia tan masiva, no faltan algunas quejas por la organización, y así algunos peregrinos se han quejando de que los lugares que tenían asignados previamente ya estaban ocupados por otros.
Como la monja agustina Mónica Alonso, quien explicó que su grupo ha tenido que buscarse un sitio diferente del que le corresponde, pues el suyo estaba lleno, y dijo tener la impresión de que algunos peregrinos no se instalan donde les corresponde, sino que procuran ponerse lo más cerca posible del escenario.
Entretanto, la megafonía anunció la pérdida de un niño, jóvenes católicos explican al resto su experiencia cristiana y un animador y un grupo musical intentan hacer más llevadera la espera hasta que comience la oración y adoración del Santísimo, que dirigirá Benedicto XVI.
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