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OSLO, Noruega, jul. 23, 2011.- El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, confió hoy en que el doble atentado que ha dejado 92 muertos en el centro de Oslo y un campamento juvenil de Utøya no afecte al carácter abierto y democrático del país nórdico.
"Espero que podamos mantener Noruega como es, abierta y democrática", aseguró Stoltenberg al ser preguntado sobre las consecuencias que podría tener en la población la "mayor tragedia nacional desde la II Guerra Mundial", según sus propias palabras.
"Noruega es un país donde los políticos tienen una relación cercana con la gente, donde los jóvenes son políticamente activos sin tener miedo. Voy a hacer todo lo que pueda para mantener esto así", agregó.
A continuación, abogó por dejar trabajar a las fuerzas de seguridad, en las que tiene "total confianza", para llegar al fondo de este doble atentado, en el que han muerto personas que el primer ministro noruego conocía personalmente, según explicó.
Según los últimas informaciones oficiales, en el barrio gubernamental de la capital noruega murieron siete personas por la explosión de un potente coche bomba, y en el campamento de las juventudes socialdemócratas de Utøya fallecieron tiroteadas al menos 85 personas, muchas de ellas menores de 20 años.
La policía detuvo ayer al presunto autor de los disparos, un noruego de 32 años identificado como Anders Behring Breivik, al que relacionan con los dos ataques.
El arrestado, ligado a movimientos "fundamentalistas cristianos" y grupos de ultraderecha e "islamófobos", perteneció entre 1999 y 2003 al Partido del Progreso (FRP) noruego y a sus juventudes, según confirmó al rotativo local "VG" esta formación política. Según las primeras pesquisas policiales, el sospechoso podría haber preparado los ataques durante meses.
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