Niña británica fallecida salva cinco vidas donando sus órganos

Familia inician fundación en nombre de su hija 'Karis May Darling Foundation', después de donar sus órganos a cinco personas

LONDRES, Inglaterra, jul. 4, 2011.- Karis May, una jovencita británica de sólo 12 años de edad, falleció el pasado mes de abril después de contraer una infección de Estreptococo B, que puede causar meningitis.

Tras los infructuosos esfuerzos por salvarla, y a pesar del dolor, la familia de Karis tomó la difícil decisión de donar sus órganos.

"LO QUE ELLA HUBIERA QUERIDO"

John May, el padre de la niña dijo: "A Karis le encantaba ayudar a otras personas, es lo que más disfrutaba".

Sus padres donaron el corazón, el hígado, los riñones y el páncreas de la pequeña.

"Eso significa que ha podido ayudar a cinco familias, y que eso ha evitado que pierdan a sus seres amados. Si Karis pudiera saberlo se sentiría orgullosa", añadió el padre, añadiendo que "eso significa que de alguna manera sigue viva y entre nosotros, y eso nos da cierta tranquilidad".

"LA BACTERIA DEL ESTREPTOCOCO"

Karis, que amaba cantar y bailar como cualquier jovencita de su edad, amaneció un día de abril con un dolor de oído. Su médico general opinó que se trataba sólo de una infección y le prescribió antibióticos.

El dolor desapareció, pero una semana después regresó, y para el día siguiente Karis se sentía tan mal, que sus padres la llevaron al hospital.

Aunque los médicos comenzaron a tratarla, la bacteria ya le había llegado al cerebro y éste se había inflamado.

"Nos decía que tenía dolor de cabeza y le salía sangre por el oído, pero decía no sentirse tan mal. Sinceramente pensábamos que los doctores serían capaces de curarla", dijo John May.

"Pero pronto su condición se deterioró y los médicos trataban desesperadamente de salvarla".

Consiguieron estabilizarla y Karis tuvo que ser conectada a una máquina de respiración artificial y transferida a otro hospital.

Cirujanos intentaron hacer algo, pero su cerebro se había inflamado tanto que había aplastado su tallo cerebral. Para entonces Karis había sido declarada clínicamente muerta, y los médicos anunciaron que ya no podían hacer nada por ella.

DONACIÓN

Cuando los doctores le preguntaron a los padres de Karis si deseaban donar sus órganos no lo dudaron, basados en que su hija gustaba de ayudar a la gente.

Su corazón fue donado a una joven adolescente que lo necesitaba desesperadamente, y que tenía un tipo de sangre muy raro que era igual al de Karis. Parte de su hígado salvó a un bebé, y el resto del órgano fue para un niño. Otra niña recibió uno de sus riñones, y el otro riñón y su páncreas fueron para un hombre que había estado en diálisis por 10 años. Todas las intervenciones fueron exitosas.

La familia ha comenzado ahora una fundación en nombre de su hija: la Karis May Darling Foundation, dedicada a ayudar a niños desamparados y ofrecerles clases de teatro y deportes.

"A Karis le fascinaba el teatro, y cuando falleció se preparaba para ir a unas audiciones. Era una niña con un gran corazón y siempre estaremos orgullosos de ella", dijeron finalmente sus padres John y Kerri.