Fernández y Morales inauguran gasoducto

Por Agencia | Fuente: EFE | 2011-06-30

El gasoducto permitirá incrementar los envíos de gas boliviano al mercado argentino

BUENOS AIRES, Argentina, jun. 30, 2011.- Los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y de Bolivia, Evo Morales, inauguraron este jueves desde Buenos Aires un gasoducto que permitirá incrementar fuertemente a futuro los envíos de gas boliviano al mercado argentino, donde por estos días la creciente demanda pone al límite el abastecimiento.

Ambos mandatarios pusieron en funcionamiento el Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA) en forma virtual, durante una ceremonia en la sede del Ejecutivo argentino trasmitida a través de la cadena nacional de radio y televisión de Argentina.

Fernández calificó esta obra como "estratégica" para "asegurar el crecimiento de Argentina".

La construcción de ese gasoducto demandó una inversión de 179 millones de pesos (43,2 millones de dólares) y fue acordada por Argentina y Bolivia en el marco del contrato de exportación de gas que Bolivia firmó con Argentina en 2006 y que prevé envíos crecientes por parte del país andino.

La tubería, de 32 pulgadas de diámetro, tiene 13 kilómetros de longitud del lado boliviano, desde Campo Margarita hasta Madrejones, y 35 kilómetros en suelo argentino, desde la planta de Refinerías del Norte (Refinor) hasta Campo Durán, desde donde a futuro se enlazará con el Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA).

El nuevo gasoducto, cuyo nombre es un homenaje a la heroína común de la guerra por la independencia, bombeará 7,7 millones de metros cúbicos de gas natural diarios hasta inicios de 2012, cuando pasará a enviar 10,4 millones de metros cúbicos diarios.

Hacia mediados del próximo año aumentará el volumen a 11,6 millones, para llegar a 13,5 millones en 2013.

De todos modos, el objetivo final es el transporte de 27,7 millones de metros cúbicos al día, previsto en el contrato firmado en 2006.

La inyección de gas crecerá fuertemente cuando entre en funcionamiento el GNEA, una obra aún en fase de licitación, que costará 25.740 millones de pesos (6.217 millones de dólares) y que llevará gas a varias provincias argentinas.

Morales, que hoy recibió un título honorífico en la Universidad Nacional de Córdoba (centro de Argentina), señaló que el GIJA permite a "dos pueblos hermanos compartir sus recursos naturales".

"Estoy muy contento de que en poco tiempo realizamos este gasoducto para garantizar energía. Trabajando juntos, pensando siempre en nuestros pueblos, continuaremos trabajando", aseguró Morales, que este viernes asistirá al partido inaugural de la Copa América, entre Bolivia y Argentina.

Fernández propuso a Morales buscar un nuevo acuerdo para un suministro adicional de gas a Argentina -segundo comprador del gas boliviano, después de Brasil-, a cambio del envío a Bolivia de gas licuado de petróleo.

La presidenta argentina destacó en todo momento la vocación de su Gobierno de asegurarse una mayor aprovisionamiento de gas, en momentos que en su país se registran restricciones en el suministro a industrias y otros grandes consumidores y recortes en las exportaciones de gas argentino, para privilegiar el abastecimiento al sector domiciliario.

Fernández justificó que, debido a la ola polar, por estos días se registran picos de consumo, más allá de una constante demanda en crecimiento que atribuyó a la expansión económica y a la incorporación de nuevos usuarios a la red.

Precisó que el consumo de gas en Argentina es de 144 millones de metros cúbicos diarios y afirmó que se harán millonarias inversiones en infraestructura de transporte de gas para poder llegar a un consumo de 170 millones de metros cúbicos al día.

"Vamos a asegurar el crecimiento de Argentina en términos estratégicos para toda la industria, para que todos tengan la certeza de que, como vamos continuar sosteniendo la demanda agregada, va a ser necesario seguir sosteniendo la producción", señaló.

De acuerdo con un informe difundido hoy por la consultora privada IES, en los primeros cinco meses del año las exportaciones argentinas de gas natural registraron una caída interanual del 45,8 %, mientras que las importaciones de este energético pegaron un salto del 153,5 %.

Según fuentes del sector privado, la producción argentina de gas es decreciente y por primera vez en décadas el país suramericano concluirá este año con un consumo mayor al volumen producido.

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