Artículos relacionados »
MADRID, España, jun. 21, 2011.- La leche envasada que se compra en cualquier supermercado español tiene peor calidad que la que se bebía hace diez años en este país.
Así al menos lo ha denunciado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tras analizar 47 marcas de este producto lácteo realizado en 222 establecimientos de 15 ciudades distintas.
El resultado es decepcionante una vez más para los ya maltrechos consumidores, que ven impotentes cómo la despensa se hace cada vez más cuesta arriba y cómo baja la calidad de los productos.
Según el informe de la OCU, esta calidad menor puede deberse a los distintos procesos de manipulación y elaboración a los que se ve sometido el producto.
Además, los resultados de los análisis ponen en evidencia la falta de control de los procedimientos utilizados por parte de algunos fabricantes, como el uso de leche con elevada antigüedad, la necesidad de añadir estabilizantes y el empleo de tratamientos térmicos agresivos que deterioran su calidad, entre otros.
Dicho en otras palabras, y según muestran estos resultados, la leche que se vende en España es un fraude.
AHORRO DE CASI 250 DÓLARES ANUALES
Pero es que el fraude va más allá. Y es que según un estudio de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) refleja que precio y calidad no están siempre ligados y que marcas poco conocidas y muy baratas tienen mejor producto que las marcas más caras.
Además si una familia elige entre dos leches de muy buena calidad, puede ahorrar hasta 250 dólares anuales (178 euros). Es decir, familia de cuatro miembros que consuma unos 120 litros de lácteo al año gastaría unos 422 euros (unos 590 dólares) si optara por la marca más cara, mientras que otra marca también de buena calidad pero menos conocida le estaría costando 244 euros (342 dólares).
SE PIDE MÁS CONTROL
Por ello desde esta organización que vela por los consumidores españoles se denuncia una alarmante falta de control de los procedimientos utilizados por algunos fabricantes y atribuye la falta de calidad de la leche a que se han relajado las exigencias legales desde el cambio de normativa en 2006 y al sistema de producción intensivo.
La organización solicita a la Secretaría de Estado de Medio Rural y Agua un mayor control y regulación del extracto seco magro (lo que queda de la leche tras extraer el agua y la grasa), el contenido de materia grasa, fosfatos y estabilizantes que no se declaran en el etiquetado, la agresividad de los tratamientos térmicos y la presencia de sólidos lácteos añadidos.
Lo cierto es que otra mala noticia para los españoles que ahora hasta la leche que ingieran se les va a cortar, sea o no de calidad.
[[order]] [[autor]] escribió el [[time | date DD/MM/YYYY HH:mm]]
[[comment]]