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CIUDAD DEL VATICANO, mayo 21, 2011.- Por primera vez en la historia, un Papa se comunicó hoy con la Estación Espacial Internacional (EEI) y dialogó por más de 19 minutos con los astronautas a bordo.
El enlace satelital audio-video comenzó a las 13:11 horas locales y el pontífice, sentado en un escritorio, observó las imágenes emitidas desde el espacio en una pantalla de televisión de plasma.
Con el Papa Benedicto XVI, en la Sala de los Fogones del Vaticano, estuvieron el jefe del Directorio de Vuelo Humano de la Agencia Espacial Europea, Thomas Reiter, y el presidente de la Agencia Espacial Italiana, Enrico Saggese.
Ambos directivos iniciaron la comunicación con unas pruebas, primero de enlace Vaticano-Houston (al centro de la NASA en Estados Unidos) y después presentaron al obispo de Roma a los astronautas.
'Santidad, bienvenido a bordo', dijeron al Papa los comandantes de los dos equipos: uno de la EEI y el otro del transbordador Endeavour. La conexión duró 19:20 segundos y se llevó a cabo completamente en inglés.
Tras la presentación de cada uno de los 12 astronautas presentes, el líder católico se dirigió a ellos y consideró como 'extraordinaria' la posibilidad de conversar.
'La humanidad vive un periodo de rapidísimo progreso del conocimiento científico y de las aplicaciones técnicas. En cierto sentido ustedes son nuestros representantes, la avanzada de la humanidad que explora nuevos espacios', indicó.
'Estamos convencidos que les animan ideales nobles y que quieren poner los frutos de sus investigaciones y sus empresas a disposición de toda la humanidad y para el bien común'.
Inmediatamente después realizó preguntas sobre cómo la ciencia puede contribuir a la paz, cuáles fenómenos preocupantes de la Tierra se pueden ver desde el espacio y qué ejemplo pueden dar los astronautas a los jóvenes.
Desde la EEI algunos de los presentes fueron respondiendo los cuestionamientos con experiencias personales y reflexiones no solo prácticas sino también filosóficas.
Una de las 'protagonistas' del enlace fue la falta de gravedad. La única mujer astronauta presente tuvo en todo momento el cabello parado, mientras dos italianos a bordo mostraron una medalla de plata donada justamente por el Papa que flotaba.
Gracias a la flotación, al final del enlace, uno de los astronautas salió 'volando' en medio de las risas de sus compañeros y también del Papa, mientras otros dos jugaron con una pequeña figura de globo terráqueo.
Además Benedicto XVI se mostró interesado por la situación personal de sus interlocutores, mencionó que la esposa de Mark Kelly tuvo problemas de salud y expresó su cercanía con el italiano Paolo Nespoli, cuya madre falleció días atrás.
'Todos nosotros estuvimos cercanos y yo también recé por ella. ¿Cómo viviste este tiempo de dolor? En la estación se sienten alejados y aislados, sufren el sentido de separación?', preguntó el pontífice.
'Santo Padre, he sentido sus oraciones llegar hasta aquí arriba: es verdad, estamos fuera de este mundo, orbitamos en torno a la Tierra y tenemos un punto de ventaja por mirar la Tierra y para sentir todo aquello que nos rodea', respondió Nespoli.
Al finalizar el histórico acontecimiento, el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, aseguró que el enlace 'emocionó' a todos en la Santa Sede y que, por ello, 'se participó con entusiasmo'.
Por otra parte, el director de la Agencia Espacial Italiana informó que este año su país se convirtió en el tercero, después de Estados Unidos y Rusia, en tener dos astronautas a bordo de la EEI.
Se trata de Roberto Vittori y el mencionado Nespoli, el primero miembro del equipo del transbordador Endeavour, y el segundo regresará a la Tierra dentro de tres días luego de pasar los últimos seis meses en la EEI.
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