En España, la tierra se mueve

En España, la tierra se mueve más lento, por ello no existen medidas urgentes en caso de terremoto

LORCA, España, mayo 14, 2011.- Los dos sismos registrados el miércoles en el municipio murciano de Lorca, que dejó tras de sí nueve víctimas mortales, más de 400 heridos -de los cuales 17 siguen hospitalizados, tres de ellos en estado grave, aunque evolucionan favorablemente- y miles de damnificados, obliga a revisar la norma antisísmica de edificación en España.

La que existe en la actualidad, que data del año 2002, ha subestimado, como se ha podido comprobar tras la triste tragedia, los riesgos de un territorio, el de Lorca, donde se encuentra la falla de Alhama y confluyen las placas tectónicas europea y africana.

El panorama es devastador y desolador ya que prácticamente todos los edificios, más del 80%, presentan daños de diferente consideración, y eso a pesar de que la magnitud del segundo sismo no fue especialmente fuerte,  5.2 grados, pero sus efectos fueron letales.

Según los expertos, esto se debe a que el foco fue superficial, prácticamente a la altura de las baldosas, por lo que ocasionó más daños de los previsibles en las edificaciones levantadas después de varios siglos de historia y construidas sobre una placa sísmica, desconocida hace 400 años.

¿SE DEBE REVISAR LA NORMA SISMORESISTENTE DE LORCA?

La norma sismoresistente, es decir, la que rige y la que se sigue en el mapa de peligrosidad sísmica, señala lo que deben aguantar los edificios en función de la aceleración o el movimiento del terreno.

Los geólogos explican que la aceleración sísmica del suelo fue el triple de lo previsto en la norma de Lorca, algo que no se puede prever. Para los expertos en terremotos, España es un país donde las fallas tienen baja velocidad, de manera que los terremotos se espacian en el tiempo.

Si los movimientos sísmicos se espacian en el tiempo, cuando vuelva a pasar dentro de 400 ó 300 años, ya nadie se acordará; pasará a formar parte de la memoria histórica y de la consulta en las hemerotecas.

Eso es precisamente lo que ha pasado en Lorca. Los primeros que empezaron a construir no sabían que la falla se encontraba justo en el centro del municipio donde hoy se levanta el Ayuntamiento y la Colegiata de San Patricio, una de las iglesias que menor daño ha padecido.

Ambos edificios, con siglos de historia a sus espaldas, se levantaron siguiendo la misma línea en la que se encuentra la falla. Sea como fuere, la consternación, miedo, impotencia de los vecinos de este municipio murciano es tal que piden al unísono una revisión de las normas de construcción por edificios más seguros.

Y algo más que se eduque desde las escuelas y la más tierna infancia como actuar en caso de terremotos, ya que otro de los errores fue salir corriendo o no protegerse de los posibles desplomes por desconocimiento.