Abdulá Saleh acepta plan para transición de poder en Yemen

Alí Abdulá Saleh, presidente de Yemen, dispuesto a dejar el poder a cambio de inmunidad para él, su familia y colaboradores cercanos

MADRID, España, abr. 23, 2011.- El presidente de Yemen, Alí Abdulá Saleh, aceptó el plan del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), mediador en la crisis yemenita, para una transición del poder en el país en tres meses, afirmó este sábado Tariq Shami, asistente del mandatario.

A pesar de que Saleh tiene el derecho constitucional de permanecer en el poder, está dispuesto a dejar la presidencia a cambio de inmunidad para él, su familia y colaboradores cercanos, dijo este sábado Shami a la cadena árabe de noticias Al Yazira.

La disposición del presidente fue anunciada tras ocho semanas de protestas opositoras, y dos días después de que el CCG le planteó un plazo de 30 días para ceder sus poderes a un gobierno interino, que celebre comicios presidenciales dos meses más tarde.

La iniciativa establece que durante ese periodo Saleh ejercerá como presidente honorífico y hace referencia al cese inmediato de las manifestaciones, tanto de seguidores como de opositores al gobierno.

Shami aclaró que antes de que el presidente acepte el plan, la oposición debe primero firmar un acuerdo de inmunidad que garantice que él, su familia y colaboradores no serán llevados a juicio.

Saleh, quien ha gobernado Yemen por más de tres décadas, ha estado bajo intensa presión para que renuncie y apenas la víspera reiteró la legitimidad de su mandato, aunque agradeció los esfuerzos de los líderes árabes y dijo que analizaría su plan de manera positiva.

La oposición tiene aún que reaccionar a esta oferta de Saleh.

En semanas recientes, las confrontaciones entre las fuerzas de seguridad y los seguidores de Saleh contra los manifestantes se intensificaron, pese a los llamados del presidente de Yemen.

Ante sus seguidores en Saná, el presidente Saleh aseguró la víspera que cualquier acuerdo debe estar en el marco de la Constitución del país y prometió "enfrentar los cambios con cambios, pero sin derramamiento de sangre".