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TRIPOLI, Libia, abr. 15, 2011.- Desde el complejo de su padre, que fue atacado por bombas estadounidenses hace exactamente 25 años, la hija de Muamar Gadafi envió el viernes un mensaje desafiante.
"Libia no fue derrotada por los ataques aéreos entonces y no será derrotada ahora", dijo Aisha ante una multitud que la ovacionaba.
La hija alzó su puño derecho mientras se dirigió a la audiencia desde el balcón de un segundo piso en el severamente dañado complejo de Bab Aziziyah, que fue atacado por aviones de guerra estadounidenses en 1986.
"Dejen nuestros cielos con sus bombas", dijo, refriéndose a los ataques aéreos lanzados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Trípoli horas antes.
Gadafi, en el poder durante 42 años, ha puesto a prueba la resolución de la comunidad internacional en el campo de batalla.
El jueves sus fuerzas atacaron el poblado occidental del Misrata, donde los rebeldes están aferrados a posiciones cerca del área del puerto, su único enlace con el mundo exterior.
El jueves en Berlín, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, le dijo a los ministros del Exterior de la OTAN que Gadafi está desafiando a la Alianza al continuar con atacando ciudades controladas por rebeldes que buscan derrocarlo.
El líder libio ha tenido una larga y problemática historia con Occidente. En la década de 1980 fue visto como patrocinador de grupos extremistas, y el servicio secreto libio fue acusado por el atentado con bomba en una disco de Berlín que mató a dos militares estadounidenses el 5 de abril de 1986.
Diez días después aviones de Estados Unidos atacaron blancos en Bengasi y Trípoli, incluyendo el fuerte Bab Aziziyah de Gadafi.
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