El tráfico de armas desde Centroamérica hacia México

Por Redacción | Fuente: Noticieros Televisa | 2011-04-01

Ex militar guatemalteco revela la existencia de tráfico de armas y municiones de Guatemala a México

GUATEMALA, Guatemala, abr 1, 2011.- Cuando finalizaron los conflictos armados que se registraban en los países centroamericanos como Nicaragua, El Salvador y Guatemala, se produjo un movimiento ilegal de armas.

Pero quince años después, dicen analistas, los inventarios disminuyeron considerablemente y las armas que aún quedan están altamente deterioradas.

¿Por qué esta explicación, por qué ahora no se justifica mencionar que las armas de asalto que nutren a las organizaciones criminales de México, puedan tener este origen?

Rafael Antonio, es un militar retirado, dejó el ejército de Guatemala hace poco menos de sesenta días. Revela que se alejó de la institución armada porque cumplió su tiempo de servicio, 33 años de trabajo.

Su relato, él que pide sin grabadoras, ni cámaras, lo ofreció en su oficina localizada en el centro de la capital guatemalteca, allí maneja las operaciones de una policía privada:

"Son mafias bien estructuradas con tentáculos en todas las instituciones gubernamentales, si no existen esos contactos es muy difícil traficar armas hacia cualquier país. Las municiones se fabrican en nuestros países para los fusiles de asalto, de aquí salen porque las ganancias son muy jugosas", dice.

Y las armas, ¿cómo llegan a manos de las organizaciones mexicanas?, es la siguiente interrogante. Respira y piensa la respuesta.

"Es sumamente peligroso publicar esto, porque estas organizaciones no perdonan? Lo que yo pude ver 'es un procedimiento que se dice normal', la mayoría de instituciones cuentan ahora con personal de seguridad y bajo el pretexto de armar a sus guardias o para mejorar sus condiciones de respuesta, adquieren pequeñas cantidades en almacenes de los Estados Unidos y las importan. Como son instituciones de Gobierno pues logran obviar los trámites de rigor y las armas no ingresan a los registros del DIGECAM (Dirección General de Control de Armas y Municiones). Es decir, utilizan los pedidos de las instituciones gubernamentales y cuando las armas llegan al país son puestas en manos de las bandas del crimen organizado, ahora mexicano, porque son los que mejor pagan", expresa.

Las municiones calibre 7.62 mm que se utilizan con el AK-47 y la 5.56 para el AR-15 o el M-16 se elaboran en las fábricas de la región, y desde luego los controles, no son suficientes para evitar que lleguen a manos de los delincuentes.

"Todo es negocio? Legalmente se adquieren las armas a un precio que oscila entre setecientos y mil dólares por cada arma y estas son vendidas por mil quinientos dólares más y normalmente hacen ventas de hasta cincuenta armas?"

Viene la pregunta: ¿Entran de manera legal, pero cómo salen de Guatemala?

"La frontera de Guatemala con México es extensa y la vigilancia alcanza pasos donde está migración, aduanas y otras oficinas. Por allí pasan, porque medio sobornan, de ambos lados del paso fronterizo y ya, las armas están en México. Otra forma del tráfico de armas es que el compromiso solamente alcanza para colocarlas en la zona fronteriza pero de lado guatemalteco. Cómo las ingresan a México, eso ya es responsabilidad de los compradores", dice el ex militar.

El militar retirado guatemaltecos continúa con su relato:

"Mire, tanto relajo que hace la prensa cuando compran elevadas cantidades de armas, pero no profundiza en la investigación? ¿Por qué las armas no se compran de Gobierno a Gobierno? No hay pretexto. Si los Gobiernos amigos quisieran colaborar, permitirían realizar las compras de manera directa".

 Mire el caso de las armas que se declaró lesivo en enero pasado, el intermediario fue el mismo que participó en las ventas del 2008 al Ministerio de Gobernación.

"Todos quienes estamos en este mundo de las armas lo conocemos, él (el intermediario) tiene su fachada con varias empresas de blindaje, de venta de ropa blindada y renta y venta final de autos blindados. Esta fue la persona que hizo todo el trámite, desde luego que reparten dinero entre funcionarios estatales, pero el negocio no está en la venta al Estado, el negocio es jugoso porque nadie controla el número de armas que importan", subraya el exmilitar.

Y agrega:

"Ponga atención, el Gobierno licitó tres mil fusiles, bueno, el empresario compra diez mil y coloca siete mil en el mercado negro. Multiplique una ganancia de mil quinientos dólares por cada fusil, en este caso hablaríamos de unos siete mil, entonces la ganancia neta es de diez millones y medio de dólares".

Bueno, y la otra manera es por compañeros oficiales.

"Escuche bien, usted sabe que a cada rato (periódicamente) se roban armas, que diez, veinte hasta cincuenta. Bueno, esa es una forma, porque solamente cumplen con la sanción disciplinaria administrativa y asunto terminado", comentó.

El ex militar guatemalteco continúa su relato:

"Por aparte, los mandos altos venden, dicen que a empresas extranjeras, armas que están en desuso y aparentemente son vendidas para coleccionistas".

También, mandan a repotencializar otros lotes, aquí el negocio es aumentar la cantidad de armas que entran a los talleres y luego salen para el uso del personal, pero curiosamente siempre los soldados y los policías o utilizan armas viejas o no llevan, porque los jefes dicen que no hay suficientes existencias.

"Entonces, por qué no busca en los archivos y mira la cantidad de armas que el Ejército y la Policía han comprado en la última década, son más de setenta mil unidades y la fuerza la componen, entre policías y soldados no más de treinta y cinco mil. Es por eso que no les interesa fortalecer los laboratorios de criminalística, porque entonces las armas que ingresan como propiedad del Estado, sería muy fácil ubicarlas", afirma el exmilitar.

En el 2009 se incautaron más de mil trescientas granadas que salieron de las bodegas del Ejército de Guatemala y estaban en poder de células de los ZETAS.

Así, Rafael Antonio, militar retirado, cuenta la forma de cómo llegan las armas a las organizaciones criminales de Guatemala y México.

Es un relato que coincide con informes del Gobierno de los Estados Unidos, revelados en la víspera por Wikeleaks, en los cuales se menciona que las armas de alto poder en el narcotráfico mexicano tiene su origen en los arsenales de los Ejércitos de Centro América.

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