Congreso español avala misión en Libia

Congreso de los Diputados de España da luz verde a la intervención de fuerzas militares españolas en la operación internacional en Libia

MADRID, España, mar. 22, 2011.- Respaldo de la mayoría de las fuerzas políticas representadas en el Parlamento español, al gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, para la intervención militar de España en Libia.

Una decisión que necesitaba la ratificación, y no la autorización, de la Cámara Baja, y por ello, el Jefe del Ejecutivo compareció ante el Congreso de los Diputados.

Después de tres días de bombardeos y tras el segundo vuelo de reconocimiento de los F-18 españoles sobre cielo libio, el presidente Zapatero comentó en su discurso en el Hemiciclo, que la misión española se ajusta a la resolución 1.973 de la ONU, cuya pretensión, no es la expulsión de Gadafi del Gobierno, sino advertirle de que podía intervenir por la fuerza para parar los "asesinatos de su pueblo".

Sólo contó con la negativa del diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares y de los dos diputados del Bloque Nacionalista Gallego, quienes acusan a la comunidad internacional de actuar por intereses económicos, es decir, por el petróleo y por el afán de participar en un eventual nuevo rumbo de los países árabes, ya que hasta ahora no se había hecho nada contra los que ahora consideran unos sátrapas, según Llamazares.

El resto de los grupos ha apoyado la intervención de España en la misión de la ONU, sobretodo porque va dirigida al apoyo de los ciudadanos indefensos ante los ataques crueles de Muammar el Gadafi.

En cuanto a la duración de la presencia española en Libia se ha fijado un plazo de un mes para que efectivos españoles participen en las operaciones aéreas contra el régimen libio y tres meses para las misiones navales destinadas a mantener la orden de embargo de armas decretada por la ONU. Ambas misiones son prorrogables en el tiempo.

El aval que ha recibido Zapatero en el Congreso, incluye el envío de un máximo de 500 militares, dos embarcaciones y seis aviones a Libia, donde una coalición de países da cumplimiento a la resolución de Naciones Unidas.

Un cambio importante en la actitud tanto de los grupos políticos como de los sindicatos, algunas ONG?s y diferentes artistas e intelectuales con aquellas manifestaciones del NO a la guerra de Irak. Aluden que ambos casos no son comparables.

Aluden a que la intervención en Libia está avalada por una resolución de Naciones Unidas, mientras que la guerra de Irak estuvo motivada por una decisión unilateral del Gobierno de George W. Bush a espaldas de Naciones Unidas.

Incluso la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, comentó que la principal diferencia con Irak es la base legal en la que se sustenta esta operación militar contra Libia.

VOCES EN CONTRA

Sin embargo algunas plataformas de ciudadanos así como Izquierda Unida y el grupo Nacionalista Gallego no respaldan esta participación.

Precisamente, Gaspar Llamazares, el líder de la coalición de izquierdas en el Congreso, aludió a que Zapatero que se dejó fotografiar tras la pancarta de no a la guerra de Irak, ahora interviene en Irak.

Para Llamazares, es hipócrita hablar de derechos humanos la intervención en Libia, ya que en estos momentos en el mundo hay 32 conflictos muy similares en el mundo, donde un tirano subyuga a su pueblo y donde no se participa.

Y sería una locura hacerlo, agregó. Entiende que en el caso de Libia, en vez de adoptar medidas políticas porque juega un papel importante en el Norte de África, y queremos gobernar los cambios que se están produciendo, encauzarlos y garantizar el futuro de la energía en el Mediterráneo.

Lo que sí está claro es que en esta ocasión hay unanimidad y la mayoría apoya la misión española en contra del régimen libio y a favor de sus ciudadanos.