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CARACAS, Venezuela, mar. 12, 2011.- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acudió hoy a un populoso barrio en los cerros que separan Caracas con el mar Caribe y que amenazan con desplomarse para pedirles a las 70.000 personas que los habitan que los desalojen.
El desalojo no es inmediato; será "un proceso que debe ir en aceleración" progresiva, "porque estos cerros sencillamente no aguantan más; ya han aguantado demasiado", dijo el gobernante en una asamblea vespertina con los habitantes transmitida en cadena nacional obligatoria de radio y televisión.
Chávez, desde un vehículo con megáfono invitó a los habitantes desalojar sus viviendas, en un recorrido en el que escuchó palabras de apoyo y también denuncias, entre ellas una que apuntó a supuestos actos de corrupción de una de sus funcionarias, ante lo cual reaccionó pidiéndole a la denunciante que no dijera "pendejadas".
La zona comprende una extensión de 222 hectáreas, mayoritariamente de pendientes y quebradas, donde se han levantado 49 asentamientos populares, detalló el gobernante.
Esa zona de alto riesgo es cruzada por una autopista y una carretera, las cuales comunican a Caracas con La Güaira, donde se halla el aeropuerto y el puerto que sirven a la capital venezolana, afectada por una falla geológica que aumenta su vulnerabilidad.
Esa falla hizo que hace unos años se hundiera uno de los grandes puentes de la autopista, lo que prácticamente incomunicó a Caracas durante varios meses.
El jefe de Estado alertó que, a partir del próximo abril, volverán las torrenciales lluvias a la zona, las cuales ya a finales del año pasado la afectaron y provocaron el derrumbe de las viviendas más precarias.
Las lluvias de entonces obligaron en todo el país al desalojo y el traslado a refugios de unas 130.000 personas, de las cuales siguen en ellos 100.000, precisó hoy el gobernante, al reiterar que todas ellas saldrán de ahí hacia una vivienda "digna y propia".
Chávez goza desde el pasado 17 de diciembre de poderes legislativos especiales concedidos por el Parlamento en forma de Ley Habilitante, lo cual expira a mediados de 2012, precisamente para afrontar el asunto y cumplir su promesa.
Chávez ya ha utilizado la Ley Habilitante para promulgar varias normas en materia de vivienda, uno de los principales problemas que enfrenta el país y que el gobernante asegura que solucionará en seis años.
La meta de Chávez de poner fin al déficit de más de dos millones de casas se debe cumplir en 2017, con lo cual el gobernante da por segura una nueva reelección en los comicios de diciembre de 2012 y que decidirán el período presidencial 2013-2019.De ganar esas elecciones, Chávez gobernaría durante veinte años, dado de que asumió por primera vez en febrero de 1999.
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