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MONTEVIDEO, Uruguay, mar. 1, 2011.- El presidente de Uruguay, el ex guerrillero tupamaro José Mujica, cumplió este martes su primer año al frente del Gobierno satisfecho con su labor pero molesto con la oposición dentro de su propio partido que "no se da cuenta" de que con sus actos ataca la llegada de nuevas inversiones al país.
Sin mencionar a nadie directamente, pero dejando muy claro a quién iban dirigidas sus críticas, el mandatario apuntó a los medios durante la entrega de la memoria anual de su Gobierno a las autoridades parlamentarias, que Uruguay seguirá "creciendo en el futuro" pese a aquellos que "no colaboran" con su "gestualidad" a que las inversiones extranjeras se asienten en el país.
Mujica se refirió así a las corrientes dentro del oficialista Frente Amplio, una heterogénea coalición de partidos que van desde demócratas cristianos a ex guerrilleros, que en los últimos tiempos critican con fuerza las políticas económicas del Ejecutivo que él preside, a las que acusan de no ahondar en la redistribución de la riqueza.
"Noto que comentaristas políticos y aficionados de este país para nada tienen en cuenta (...) que algunas inversiones muy grandes están allí, que cualquiera de ellas, de concretarse, será un hito en la historia económica del país y debiéramos movernos todos de tal forma que las aseguremos, y después discutimos qué hacemos con los resultados", dijo Mujica.
Después, ante la insistencia de la prensa, el presidente indicó que "el problema" precisamente "es no darse cuenta" de la importancia de esas inversiones y de que "todas las gestualidades deberían de colaborar para que se procesen sin sobresaltos".
"Después de tenerlas caminando, entonces sí. Con el pan arriba de la mesa podemos discutir cómo lo usamos", sentenció.
Las diferencias de Mujica con el sector más izquierdista del Frente Amplio, que fueron los que lo auparon al poder en 2009 en las elecciones internas del partido, han sido el dolor de cabeza más grande del Ejecutivo, que por otra parte ha mantenido una muy buena relación con la oposición.
Esos conflictos se pusieron de manifiesto con una ola de protestas sindicales de diversos sectores, fundamentalmente de los funcionarios públicos, y con pedidos para incrementar la redistribución de la riqueza.
Estos ataques, que proceden fundamentalmente del Partido Comunista y las bases sindicales, se centraron sobre todo en el equipo económico del Gobierno, dirigido por el vicepresidente Danilo Astori.
Precisamente fue Astori el encargado hoy de transmitir en cadena nacional el tradicional mensaje anual del Gobierno, una decisión que varios analistas atribuyeron a un "gesto político" de Mujica para remarcar su gestión.
En su alocución, el vicepresidente recalcó que bajo este Gobierno, el segundo de izquierdas en la historia de Uruguay tras el presidido por el socialista Tabaré Vázquez (2005-2010), los ciudadanos tienen "más posibilidades de seguir creciendo y mejorando".
Así, Astori destacó el compromiso del Ejecutivo en lograr un ideal "que cada vez está más al alcance de todos", de "progreso, justicia social y la redistribución".
En ese sentido, el vicepresidente destacó el descenso del paro al 5,4 por ciento, uno de sus niveles más bajos de la historia, como el "mejor balance" de la política económica del Gobierno.
A esta cifra hay que unir el crecimiento económico superior al 8 por ciento del año pasado y el descenso sostenido de los indicadores de pobreza, con una inflación dentro de lo establecido por el Gobierno y un incremento general de los salarios.
Por su parte, el expresidente uruguayo del hoy opositor Partido Colorado Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) apuntó en declaraciones a la emisora El Espectador que el primer año de Mujica en el Gobierno ha sido "un período muy particular" con resultados "desconcertantes".
"Por un lado hubo muchas propuestas, ideas y reflexiones de un presidente que actúa con actitud profética, y por otro lado la gestión del Gobierno, que se encuentra muy lejos de esas ideas y siempre inmersa dentro de un debate interno", afirmó el político.
El veterano político consideró que lo más positivo del Gobierno de Mujica ha sido "lo que mantuvo" de Ejecutivos anteriores, como las líneas generales de la economía, lo que al mismo tiempo es lo que más "defrauda" a los grupos de izquierda que lo auparon al poder.
Aún así para Sanguinetti, en los temas importantes de esta administración, como la seguridad, la educación y las perspectivas económicas han quedado abiertas "grandes expectativas" con "muy magros resultados".
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