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BUENOS AIRES, Argentina, feb. 25, 2011.- Los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, de Uruguay, José Mujica, y de Paraguay, Fernando Lugo, aprovecharon este viernes el homenaje organizado en Buenos Aires al desaparecido Néstor Kirchner para lanzar un alegato en favor de la integración regional.
Mujica y Lugo viajaron a la capital argentina para debatir temas bilaterales pendientes con Fernández y acompañarla en la inauguración de la Casa Patria Grande "Presidente Néstor Kirchner", en el 61 aniversario del nacimiento del ex mandatario, fallecido el pasado octubre.
Ante cientos de simpatizantes oficialistas convocados por La Cámpora, organización fundada por Máximo Kirchner, hijo de la presidenta, Fernández pronunció un emotivo discurso en el que reivindicó la figura de Kirchner y elogió "su inmensa fortaleza, su indomable valentía, su orgullo de nunca bajar la cabeza ni aún derrotado".
"Me gustaría tenerlo al lado conmigo, pero también digo que los 60 años que vivió los vivió a fondo, haciendo lo que pensaba, construyendo lo que quería y llevando a cabo el país que soñó toda la vida", dijo.
También Lugo y Mujica elogiaron a Kirchner, a quien el presidente paraguayo se refirió como un "gran propulsor de la libertad, la justicia social, la inteligencia y la integración".
"Los mejores dirigentes no son los que hacen más, sino los que dejan cuando se van una barra que los supera con ventaja", afirmó por su parte el presidente uruguayo.
Los tres mandatarios convirtieron el homenaje a quien fuera secretario general de Unasur en un alegato por la integración latinoamericana.
La construcción de una "patria grande" era el sueño de Kirchner y el de quienes "creemos en una construcción propia de la América del Sur", afirmó Fernández.
"Nunca la América del Sur tuvo el grado de unidad y compenetración que hoy tiene", sostuvo la presidenta, que por momentos habló con la voz quebrada al evocar a su marido.
Mujica llamó a sus vecinos a enfrentar "el parturiento desafío de liberar las cabezas" y afianzar la integración, porque "ahora nos toca la parte más difícil, la de la liberación de la cabeza, de nuestros miedos, de nuestros infantilismos".
"Es hora de juntar nuestro conocimiento, nuestra memoria, para caminar hacia el futuro", insistió el exguerrillero tupamaro.
Poco antes de acompañar a Fernández en el homenaje a Kirchner, Mujica se había reunido con la presidenta en la quinta de Olivos, en las afueras de Buenos Aires, para sellar el proyecto binacional de creación de una planta de gas y protestar por las trabas impuestas por el gobierno argentino a los productos uruguayos.
Aunque ni Mujica ni Fernández hablaron públicamente del problema, el líder uruguayo adelantó esta semana su confianza en que la reunión permitiría avanzar en una solución.
Buenos Aires, que pretende proteger sectores sensibles de su economía, ha ofrecido a Uruguay la misma alternativa que planteó a Brasil y que pasa por la creación de una comisión para revisar la importación de sus productos.
Además, en las próximas horas, Fernández acompañará a Lugo a la ciudad fronteriza de Posadas para celebrar el final de las obras de la presa de Yacyretá, un ambicioso proyecto conjunto que comenzó hace 37 años, y anunciar la construcción de un nuevo generador auxiliar para aumentar la potencia de la instalación.
Las obras realizadas hasta ahora han incrementado el nivel del embalse a 83 metros de altura, permitiendo a la central operar al máximo de su potencia instalada, de 3.100 megavatios.
Fernández y Lugo aprovecharán también la jornada para avanzar en las conversaciones pendientes sobre la deuda de Asunción en la financiación del proyecto y su intención de vender a terceros países la energía producida por Yacyretá que no consume.
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