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LIMA, Perú, feb. 23, 2011.- El Perú es el país latinoamericano que más crece y su superávit para este año se estima ya en casi 8 mil millones de dólares, según reporta la agencia internacional de análisis Merril Lynch.
Del 2002 al 2006, Perú creció 4%.En el periodo 2007 al 2008 trepó a 9%; en el 2009, año de la crisis mundial, se parapetó en 1%. En el 2010 volvió a subir 4.3% y para este año 2011 se estima un crecimiento no menor al 6.8%.
Es lo que los analistas e inversionistas internacionales llaman el "milagro económico peruano". Pero, en el caso peruano, y en el de otras nacionales latinoamericanas, el crecimiento y la bonanza también tienen su lado oscuro. Es lo que ocurre con las demandas presentadas ante el CIADI (Centro internacional de arreglo de diferencias e inversiones), tribunal arbitral del Banco Mundial, por las desavenencias entre inversionistas y estados.
En la región, Latinoamérica tiene 67 causas pendientes y 37 concluidas ante el CIADI. En ese ranking, Argentina se lleva los palmares con 34 causas pendientes y 12 resueltas.
Un estudio de la investigadora mexicana Sonia Rodríguez Jiménez, publicado en la Biblioteca virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, señala por ejemplo que México mantiene 5 causas pendientes por 8 concluidas, Ecuador 9 pendientes por 3 concluidas y en el caso de Perú 4 pendientes por una ya sentenciada, el caso Luchhetti que enfrentó al Perú con inversionistas chilenos y que fue favorable para el estado peruano.
Desafortunadamente para Perú, otro proceso en el CIADI ha sido aceptado en agosto del 2010.Y esta primera semana de marzo se iniciarán las audiencias en Washington. Es el planteado por la familia Levy que reclama la disolución del Banco del Nuevo Mundo, una entidad crediticia que gozaba de solidez y prestigio, pero que intervenida en el año 2000, durante el gobierno del ex presidente Alberto Fujimori.
Según un informe del economista peruano Carlos Adrianzén, el banco fue arbitrariamente intervenido y según el informe de la Comisión de Fiscalización del Congreso, fue fraudulentamente liquidado.
En Lima, Jacques Levy, uno de los miembros de la familia reclamante, que incluso fue excomulgado y expulsado de la comunidad judía, por supuestamente estafar a 200 miembros de esa colonia israelí que invirtieron 15 millones de dólares en el banco intervenido, reclama hoy justicia y ha emprendido una lucha por recuperar su honor.
El peruano judío Jacques Levy es un encendido apasionado de la leyenda bíblica que recrea la batalla entre David y Goliat. Hoy, este David moderno, enfrentado contra Goliat, el poderoso y bollante estado peruano, cree que la razón le asiste para ganarle el juicio a su país. De ser así, el Perú se vería obligado a desembolsar entre 800 millones a 2,000 millones de dólares por mandato del tribunal arbitral internacional.
Caso contrario, el estado peruano puede salir también bien librado si sus abogados demuestran que actuó correctamente en la época de la dictadura del ex presidente Fujimori.
Un caso que, en plena contienda electoral presidencial, ya empezó a preocupar, al punto que el Presidente del Congreso César Zumaeta ha pedido al Superintendente de Banca y Seguros, Felipe Tam que informe a la opinión pública de la contingencia legal que enfrenta el país con los accionistas del liquidado Banco del Nuevo Mundo."No vaya a ser que terminemos perdiendo y el país tenga que pagar millones de dólares", advirtió.
En opinión de juristas internacionales, este nuevo proceso que lleva al Perú al tribunal del CIADI demorará en resolverse entre dos a tres años, entretanto los querellantes esperan con paciencia de Job que la justicia internacional les de la razón y que la comunidad religiosa judía peruana que los expulsó, los vuelva a acoger en su seno. Algo así, como a Dios rogando y con el mazo dando.
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