Política y narcotráfico en Perú

Por Ricardo Burgos | Fuente: Noticieros Televisa | 2011-02-14

El presidente de Perú se deslinda de nexos con el narcotráfico y devuelve cinco mil dólares que recibió durante su campaña en 2006 y que podrían tener vínculos con lavado de dinero

LIMA, Perú, feb. 14, 2011.-Tras una semana de intenso  fuego cruzado con acusaciones de injerencia del narcotráfico en la política peruana, el presidente de la república, Alan García, se vio obligado a devolver un aporte de 5,000 dólares entregado a su oficina de campaña durante la jornada electoral del año 2006, cuando postuló por segunda vez a la jefatura de Estado.

En aquella oportunidad, un abogado, Humberto Abanto  hizo entrega del dinero, producto del aporte del ciudadano Alfredo Sánchez Miranda, cuyo clan familiar, exporta oro, pero que actualmente es investigado por el poder judicial por el supuesto delito de lavado de activos.

El hecho adquirió mayor relevancia al recordarse que uno de los miembros primigenios de ese clan familiar, Simón Sánchez Paredes, producía droga en México, país donde fue asesinado en 1987.

Los hechos llevaron al presidente García a realizar una tajante declaración:"Al conocer la relación familiar de esa persona de apellido Sánchez Miranda con el grupo Sánchez Paredes, cumplo con devolver a usted esos 5,000 dólares pues de haber tenido conocimiento de ese aporte y conocer esa relación familiar no hubiera permitido de ninguna manera que la secretaría de mi oficina la aceptara".

García recordó entonces que su gobierno está enérgicamente comprometido en la lucha contra el lavado de activos provenientes del narcotráfico y desde hace más de dos años ya denunció penalmente por esos cargos a la familia Sánchez Paredes.

El deslinde presidencial no fue el único.

El candidato presidencial Alejandro Toledo, que marcha puntero en las encuestas de intención  de voto, exigió al influyente semanario Caretas se rectifique luego que vinculara a su segundo candidato a la vicepresidencia, Javier Reátegui con el clan de los Sánchez Paredes, el mismo que es investigado por lavado de activos del narcotráfico.

El ex presidente Toledo calificó la nota periodística como "una patinada impresionante" y acusó a la revista de haber tomado posición en la presente campaña electoral.

La misma publicación, en su edición anterior, publicó en portada una fotografía de Alejandro Toledo, cuando se desempeñaba como presidente, acompañado de otro de los miembros más importantes del clan familiar Sánchez Paredes, quien por entonces presidía la asociación peruana de caballos de paso.

Como quiera que Alfredo Sánchez Miranda, segunda generación del clan familiar acusado de narcotráfico, dijera amenazadoramente que aparte de Alan García habían apoyado a otros candidatos, los actuales postulantes a la presidencia  se curaron en salud.

Uno de ellos, Luis Castañeda, ex alcalde de Lima, refirió lo siguiente:" Yo que soy aficionado a los canes, les digo que no lo conozco(a Sánchez Miranda) ni en pelea de perros. Y si lo conociera, tampoco le hubiera recibido aportes electorales", señaló.

Para cerrar el círculo, las principales cabezas de los órganos de inteligencia elaboraron la nueva lista blanca de los capos del narcotráfico en el Perú y en la relación incluyen, por primera vez, a César Cataño, dueño de la aerolínea de aviación Peruvian y Fidel Sánchez Alayo, hijo de Manuel Sánchez Paredes, miembro del clan familiar Sánchez Paredes.

Los órganos de inteligencia señalaron que Fidel Sánchez Alayo es uno de los personajes más llamativos del clan familiar. En los últimos días adquirió notoriedad cuando tres agentes de seguridad fueron asesinados en Ica, 300 kilómetros al sur de Lima, por presuntos guardaespaldas de un personaje relacionado con su padre, con quien disputa la propiedad de una compañía minera exportadora de oro.

La Dirección antidrogas se ha basado, según el diario El Comercio de Lima, en documentos proporcionados por la Procuraduría Pública de México y del Departamento de Justicia de los Estados Unidos para vincularlo con el caso de la muerte de su tío Segundo Simón Sánchez Paredes en Rancho Luna (México), en 1987, donde se halló un laboratorio de cocaína.

Según esos expedientes, Sánchez Alayo que vivía y estudiaba en México, estuvo presente en la finca horas después de ocurrido el crimen de su pariente.

 

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