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BOGOTÁ, Colombia, dic. 17, 2010.- Los tres mil habitantes de la localidad colombiana de Gramalote, en el departamento de Norte de Santander, territorio vecino a Venezuela, empezaron a ser evacuados este viernes ante el riesgo de un alud que amenaza el casco urbano, informaron las autoridades.
El gobernador de ese departamento, Wiliam Villamizar, y el director del Comité Regional de Prevención y Atención de Desastres (Crepad), Aldemar García, impartieron desde Cúcuta, capital departamental, la orden de desalojo inmediato de la localidad, cruzada por una falla geológica.
El alcalde de Gramalote, Rafael Ángel Celis, por su parte, pidió a las autoridades apoyo aéreo para evacuar a los habitantes, y dijo a emisoras de radio que muchos pobladores se encuentran en pánico.
Según las autoridades, una enorme masa de lodo y rocas amenaza con desprenderse hacia el casco de ese municipio, recostado sobre la cordillera oriental de los Andes, con un relieve montañoso, fuertemente quebrado y escarpado.
El director de Crepad señaló que la masa, en la parte superior de la población, ha registrado fuertes movimientos y podría desprenderse en cualquier momento.
Por distintos medios las autoridades locales piden a los habitantes abandonar cuanto antes el pueblo, que podría quedar sepultado.
En uno de los barrios de la localidad ya se produjo un primer alud que no provocó víctimas mortales, heridos ni desaparecidos, pero sí algunos daños en varias casas.
El Gobierno colombiano reveló el jueves en Bogotá que la cifra de víctimas mortales por las lluvias que han afectado este año al país, intensificadas en las últimas semanas, subió a 271, mientras la de damnificados supera los dos millones de personas.
Asimismo, han dejado 271 heridos, 62 desaparecidos, más de tres mil viviendas destruidas y 303 mil215 viviendas dañadas.
Las dos temporadas lluviosas de este año que se han registrado en Colombia han provocado, además, un total de mil 559 emergencias en 696 de los mil 120 municipios en 28 de los 32 departamentos y en el distrito capital de Bogotá.
Las precipitaciones igualmente han afectado y destruido carreteras, puentes de vehículos y peatonales, acueductos, alcantarillados, centros de salud, establecimientos educativos, y más de un millón de hectáreas de cultivos.
Distintas autoridades reconocen que las lluvias de los dos períodos han sido las más intensas y con las consecuencias más graves de las últimas cuatro décadas, y han sido provocadas por el fenómeno climatológico de La Niña.
La semana pasada, el Gobierno declaró la emergencia económica,social y ecológica para facilitar la adopción de medidas en todos los órdenes y atender las tragedias.
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