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MADRID, España, dic. 7, 2010.- El siglo XXI ha traído nuevos modelos de vida. El aforismo 'mens sana in corpore sano', ha pasado de ser una utopía a una práctica frecuente. Ya no es noticia que una persona pueda ser centenaria.
Sin embargo, los jóvenes españoles comienzan a beber cada vez a una temprana edad. En Madrid los jóvenes comienzan a beber a los 13 años y las mujeres a los 16.
Sin embargo, son las chicas las que se emborrachan más que los chicos según se desprende de una encuesta de alcohol de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid.
Otro estudio elaborado por el Ayuntamiento de la capital española revela que el 39.8 por ciento de los jóvenes probó por primera vez alcohol entre los 15 y 17 años, un 35.4 por ciento entre los 12 y los 14 el 5.7 por ciento antes de los 12 años. El 13.4 por ciento dice que nunca ha bebido.
El mismo estudio desprende que el 52 por ciento de los jóvenes madrileños consumen alcohol de forma habitual frente al 58 por ciento del resto de España.
Además la mayoría no percibe el riesgo de que las grandes dosis de alcohol provoca graves problemas para la salud. El 47 por ciento de los jóvenes entrevistados cree que tomar cinco o seis copas pueden ocasionarle problemas.
Las causas por las que los jóvenes argumentan para beber alcohol, según las encuestas, son el sabor de las copas, la diversión, una manera de olvidarse de problemas, la búsqueda de nuevas emociones y un método para superar la timidez.
La cantidad que gasta la media de jóvenes españoles cuando salen a beber es de 20.68 euros.
Además, desde hace unos años se ha puesto de moda la figura del botellón. Se trata de reuniones de amigos en plena calle.
Todos aportan algo de dinero, compran alcohol con refresco y lo beben en lugares públicos. Buscan lo que sea más barato. Por eso desde hace años está de moda el famoso calimocho, es decir, vino mezclado con refresco de cola.
Teniendo en cuenta que una copa de alcohol cuesta alrededor de 10 euros, unos 13 dólares, esta manera de beber de forma grupal es mucho más barata. Sin embargo, plantea riesgos severos de alcoholismo.
Según un estudio del Ayuntamiento de Madrid, la mayoría de los jóvenes que practican el botellón tienen estudios secundarios -52.7 por ciento- seguidos por un -25.2 por ciento- que han estudiado la primaria y el -22.4 por ciento- que son universitarios.
La mayoría de los que practican el botellón lo hacen fuera del entorno de su casa, exactamente tres de cada cuatro. Además el 32.3 por ciento de los jóvenes que se reúne entorno al botellón no considera que ocasione problema alguno, mientras que el 31.8 por ciento cree que genera problemas de orden público y salud y el 26 por ciento sólo alteraciones en el orden público.
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