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MADRID; España, dic. 4, 2010.- El espacio aéreo español ha sido reabierto después de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decretó el "estado de alarma" para movilizar a los controladores aéreos que habían organizado un paro, en rechazo a la nueva reglamentación de sus horarios laborales. Casi 24 horas después de que las autoridades suspendieron el tráfico aéreo, el Ministerio Español de Fomento anunció la apertura de los cielos españoles.
Ante la crisis, la suspensión requirió que el Ejecutivo pusiera bajo mando militar el control aéreo y adoptara una decisión sin precedentes en la España democrática, con un decreto de "estado de alarma". Esa medida, a su vez, fue aprobada en un Consejo de Ministros extraordinario que dio luz verde al decreto ley firmado por el rey Juan Carlos en Mar del Plata, donde asiste a la XX Cumbre Iberoamericana.
Sin embargo, esta tarde, los controladores retomaron sus labores. Según el organismo que gestiona los aeropuertos, AENA, ya se ha restablecido la normalidad en todos los centros y torres de control. AENA ha entablado comunicación con las compañías aéreas para que empiecen a hacer sus planes de vuelo. La mayoría de las aerolíneas habían aplazado sus operaciones hasta las seis horas del domingo.
No obstante, el gestor aeroportuario español ha pedido a los pasajeros que llamen a sus compañías antes de acudir al aeropuerto para asegurarse de la salida de su vuelo.
Los controladores comenzaron a regresar a sus puestos después de que entró en vigor el "estado de alarma", porque, según explicó el vicepresidente primero del Gobierno español, Alfredo Pérez Rubalcaba, supone que "en caso de no asistir al trabajo estarían incurriendo en un delito de desobediencia tipificado en el código civil-militar", que contempla penas de prisión.
"Es evidente que estamos ante un conjunto de trabajadores que se valen de su posición preeminente en el control aéreo, porque se saben casi únicos en el cumplimiento de sus funciones, y están defendiendo unos privilegios intolerables que el Gobierno no puede aceptar y no vamos a aceptar", afirmó el vicepresidente, que calificó de "chantaje" su actuación.
El vicepresidente primero pidió de nuevo disculpas a los ciudadanos por las molestias causadas por la huelga, al comienzo de un "puente" festivo en España en el que miles de personas viajan para disfrutar de unas minivacaciones. En sus palabras, la acción de ese colectivo es "lo más parecido a una huelga salvaje que existe".
Según el ministro de Fomento, José Blanco, responsable de los aeropuertos, se han abierto los expedientes disciplinarios en contra de los controladores que abandonaron masivamente sus puestos de trabajo. "Hemos tomado medidas sin precedentes ante un chantaje sin precedentes en democracia", dijo en declaraciones a TVE y la cadena de radio SER.
El Partido Popular (PP), el principal de la oposición en España, criticó a través de uno de sus portavoces, Esteban González Pons, la actuación del Ejecutivo y se preguntó "Si sabía lo que podía ocurrir, ¿por qué aprobó un decreto conflictivo para el colectivo de controladores en vísperas del ?puente' más importante del calendario español?".
Miles de personas se disponían a comenzar sus vacaciones, con motivo del aniversario de la Constitución, el próximo lunes, y de la Inmaculada, el miércoles. Cuando se declaró la huelga, muchos viajeros quedaron atrapados dentro de aviones que no podían aterrizar o que permanecieron horas en las pistas, sin despegar.
El cierre de los cielos españoles alteró el tráfico aéreo en Europa y repercutió sobre las operaciones procedentes de América, cuyos vuelos fueron desviados a Portugal. En total, según AENA, hasta 600 mil viajeros fueron afectados.
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