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JERUSALÉN, Israel, dic. 4, 2010.- Israel tardará aproximadamente una semana en sofocar el mayor incendio de su historia, según cálculos del cuerpo de bomberos, mientras sigue llegando ayuda internacional para tratar de controlarlo.
En una rueda de prensa en el centro de operaciones de la ciudad de Haifa, los bomberos indicaron que el fuego sigue activo en seis áreas. No obstante, la Policía ha dado permiso para regresar a sus casas a varios pobladores desalojados, entre ellos los residentes de Denia, el único barrio de Haifa que había sido desalojado.
"Somos cuidadosos con el empleo de la palabra 'control', pero estamos viendo algún debilitamiento del fuego", señaló el portavoz policial, Micky Rosenfeld.
Como sucedió ayer, la aparente mejora puede quedar en espejismo de madrugada, por la imposibilidad de los aviones cisterna para operar de noche, y los constantes cambios del fuerte viento, que complican la labor de extinción. El portavoz policial señaló que las llamas podrían estar bajo control en las próximas 24 o 48 horas, en función de los fenómenos meteorológicos.
La pasada madrugada el fuego alcanzó el moshav, una granja colectiva similar a un kibutz, en un conocido poblado de artistas; y la reserva natural Hai-Bar. Las localidades habían sido desalojadas el jueves, en el primer día del incendio, pero algunos residentes regresaron ayer a sus hogares, por lo que hoy los bomberos tuvieron incluso que sacar a siete personas de una casa en llamas, informa la radio militar israelí.
ISRAEL RECIBE AYUDA INTERNACIONAL
Israel ha tenido que recurrir a la ayuda internacional para combatir el fuego porque carecía de los medios para hacerlo en solitario.
En una rueda de prensa, desde el centro de operaciones en Haifa, el primer ministro Benjamín Netanyahu salió al paso, ante la indignación por la falta de preparación del país. El mandatario argumentó que no conoce "ningún Estado que haya podido acabar con un fuego así sin ayuda exterior".
El gobierno local alquiló un Boeing 747 reconvertido en avión cisterna, que puede transportar 76 mil litros de agua, 16 veces más que un avión normal contra incendios normal.
Diez aviones apagafuegos enviados por Chipre, Turquía, Rusia (un hidroavión con capacidad para 42 mil litros) y Francia: y cinco helicópteros de Chipre y Gran Bretaña, han trabajado durante el día con diez aparatos israelíes en la extinción del fuego, iniciado el pasado jueves por causas aún desconocidas.
Se esperan ocho aviones de España, Estados Unidos y Alemania, a los que se unirán otros de Suiza, Italia, Noruega, Croacia y Holanda, explicó el primer ministro Benjamin Netanyahu, que ha hablado al especto con unos treinta líderes mundiales.
"Esta batalla se libra en el aire", dijo Netanyahu antes de subrayar que "el pueblo de Israel está unido y los pueblos del mundo trabajan junto al pueblo de Israel".
Netanyahu habló hoy por teléfono con el presidente palestino, Mahmud Abás, quien le dio el pésame por las víctimas y le ofreció ayuda en una conversación "muy buena y muy cálida", según la definió el primer ministro en su comparecencia ante los medios.
El fuego ha causado 42 muertos y obligado a evacuar de sus hogares a 17 mil israelíes, según datos de la Policía. Además, tres personas permanecen en paradero desconocido y otras diecisiete están heridas, tres de ellas de gravedad.
Las llamas han arrasado cinco mil hectáreas con cinco millones de árboles, según datos difundidos por la tarde por el Fondo Nacional Judío. La investigación inicial apunta a un caso de negligencia en la quema de residuos domésticos y neumáticos. Dos hermanos del poblado druso de Usfiya han sido arrestados hoy por este motivo, aunque tienen como coartada que estaban en el instituto y la Policía carece de pruebas materiales concluyentes contra ellos.
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