EU: Cables sobre México no reflejan nuestra política exterior

Asegura Departamento de Estado de EU que los cables difundidos por WikiLeaks sobre México son análisis incompletos que no representan la política exterior estadounidense

WASHINGTON, Estados Unidos, dic. 3, 2010.- Ante la ola de criticas e indignación generadas por la difusión de los primeros seis, de 26 cables diplomáticos que difundirá WikiLeaks sobre México, el Departamento de Estado envío un comunicado a Televisa.
 
"No podemos comentar la autenticidad de esos documentos", dice el texto, pero aseguró que los cables "son evaluaciones y análisis candidos que con frecuencia son preliminares e incompletos y no representan la política exterior de Estados Unidos".
 
"La relación bilateral México-Estados Unidos nunca había sido más fuerte. Se basa en lazos robustos, de capas múltiples institucionales, económicas y culturales que persisten y evolucionan", señala el comunicado.
 
Dice que  la relación vital entre ambos países involucra al gabinete y cada agencia federal estadounidense, "ahora comprometidos más que nunca en colaborar como socios para alcanzar la seguridad y prosperidad de ciudadanos de ambos países".
 
El Departamento de Estado asegura que los dos países abordan desafíos mutuos en ambos lados de la frontera, no sólo con iniciativas anticrimen, sino en economía, medio ambiente y agendas sociales.
 
La misiva reitera su condena a WikiLeaks: "por discutir información clasificada, en un irresponsable intento de causar estragos y desestabilizar la seguridad global, poniendo en peligro vidas."
 
Mientras el presidente Barack Obama ha guardado silencio, Hillary Clinton se dio a la tarea de condenar la difusión de documentos y llamar a sus contrapartes afectadas.
 
ROBERT GATES, AL GRANO
 
Quien ha hablado más claro y contundente sobre el tema, es sin duda alguna Robert Gates, secretario de Defensa de Estados Unidos.
 
Durante una conferencia sobre la eliminación de la política No preguntes, no digas, que abrirá la puerta de servicio militar a gays y lesbianas, Gates dijo que, en realidad, a Estados Unidos no le importa cómo los cables sean interpretados.
 
"El hecho es" dijo, "que los gobiernos negocian con Estados Unidos, porque les interesa, no porque les gustemos, no porque confíen en nosotros o porque piensen que vamos a guardar secretos".
 
Agregó: "Muchos gobiernos negocian con nosotros porque nos temen, otros porque nos respetan y la mayoría porque nos necesitan; seguimos siendo esenciales, como he dicho, la nación indispensable".
 
Reconoció que es bochornosa la difusión de reportes, torpe, pero que las consecuencias serán menores.
 
CONTINÚAN LIBERANDO REPORTES SOBRE MÉXICO                      
                                                         
Mientras tanto, WikliLeaks continuó liberando, a cuenta gotas, reportes sobre México, como el identificado como 10MEXICO141, escrito el 26 de febrero de 2010 y firmado por Carlos Pascual, embajador de Estados Unidos en México.
 
El cable se refiere con ironía al fracaso de la "Cumbre Mexicana para la Unidad Latinoamericana", organizada por México los días 22 y 23 de febrero en Cancún.
 
Destaca la "ausencia de el teatro y retórica antiimperialista de los países de ALBA" y resaltó el fracaso en adoptar compromisos sobre Haití y sobre Honduras, dos de los temas regionales de mayor importancia.
 
Afirma que la Cumbre planeada por el presidente Calderón para crear un foro regional que abordará las prioridades de naciones latinoamericanas fue "pobremente concebida, manejada inadecuadamente y pésimamente ejecutada".
 
Sarcásticamente, el embajador Carlos Pascual se refiere a la Declaración final como una "larga lista de lavandería, con asuntos, sin especificar en detalles de cómo podrían ser traducidos en acciones internacionales; no hubo acuerdo sobre el nombre de la nueva organización, fecha de su lanzamiento, fondos, estructura y manejo de prensa".
 
Pero "peor" dice, "fue el mensaje contradictorio que se envió acerca de los intereses de México y su política exterior".
 
El último documento señala que desde la ceremonia inaugural de la Cumbre, el 22 de febrero, se observó que las cosas no andaban bien, ya que "Brasil, Venezuela, Bolivia,  y otros países de ALBA se resistieron a la propuesta mexicana de que el nuevo Foro se constituyera de inmediato, con acuerdos sobre detalles institucionales".
 
Argentina protestaba por la perforación de pozos petroleros en las Islas Malvinas por empresas británicas, mientras el presidente Rafael Correa, de Ecuador, trataba de desviar acusaciones sobre lavado de dinero, argumentando que tenía nuevos mecanismos para evitarlo.
 
"Aún líderes del PAN, partido del presidente Calderón, en privado, mostraron desdén por la reunión", dice el reporte de Pascual, citando que Rodrigo Cortéz, coordinador de asuntos internacionales del PAN se refirió al evento como "un triste espectáculo que no ayuda al proyecto de prioridades internacionales de nuestro partido ni a la importancia de la relación con Estados Unidos".
 
Cortéz habría lamentado la imagen de Calderón abrazando y bromeando con Hugo Chávez, Evo Morales y Raúl Castro. Destacó el intercambio de palabras entre Chávez y Uribe.
 
Asegura que Colombia propuso a México una agenda de trabajo concreta durante la visita del presidente Calderón a Colombia, "que los mexicanos no aceptaron, confiados en que tenían todo bajo control", según Luis Camilo Osorio, embajador de Colombia en México, habría comentado a Carlos Pascual.
 
"Calderón simplemente juntó un montón de los peores tipos en un cuarto, esperando burlarse de ellos; en lugar de eso, Brasil lo superó completamente y Venezuela superó a Brasil. Y agrega: "no había planeación práctica, no había manejo de la agenda y no había trabajo de campo que se requería para un desenlace satisfactorio".
 
El reporte asegura que el ex embajador Jorge Montano calificó la cumbre como innecesaria e inconsistente con los intereses de México y urgió a iniciar un rápido control de daños, lo que irritó al presidente Calderón y la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinoza, según le comunicaron por teléfono.
 
En la conclusión del reporte Pascual dice que este evento fue sólo un recordatorio "de los mensajes conflictivos de México, sobre cómo ve el futuro de la región y sus posibilidades de liderazgo".
 
Aún se espera que 20 cables secretos, como los difundidos, sean dados a conocer en los próximos días, así como más de 900 documentos clasificados y más de mil no clasificados.