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ROMA, Italia, nov. 26, 2010.- El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, aseguró este viernes que la crisis de las basuras en la región sureña de Campania y su capital, Nápoles, se puede resolver en "dos semanas".
"Soy un optimista incurable, pero creo que la situación de emergencia se puede resolver en dos semanas", dijo Berlusconi durante una rueda de prensa en la delegación del Gobierno de Nápoles, donde se reunió con responsables de las instituciones locales.
El jefe del Gobierno italiano admitió retrasos en la instalación de nuevas incineradoras y plantas para el tratamiento de residuos en la zona, aunque acusó a las entidades locales de no haber hecho su trabajo.
Al respecto, recordó el compromiso adquirido para la creación de una incineradora en la zona este de Nápoles, otra en la localidad de Salerno y unas instalaciones para eliminar los residuos sometidos a embalaje.
"Todo esto no se ha llevado a cabo", subrayó el primer ministro, quien precisó que, tras hablar con el titular de Defensa, Ignazio La Russa, existe la posibilidad de llevar al Ejército a Nápoles para colaborar en las tareas de limpieza de las calles, como ya sucedió en la anterior crisis de las basuras de 2008.
Esta es la segunda vez que Berlusconi, quien fue recibido en la sede de la Delegación del Gobierno napolitana con abucheos por parte de un grupo de manifestantes, pone una fecha límite a la situación que vive Campania, después de que el pasado 22 de octubre se comprometiera a resolver la crisis en diez días.
Entre los manifestantes se oyeron gritos de "Vergüenza" y "Nos vemos el 14, el país la confianza no te la da", en alusión a las moción de confianza y de censura que afrontará su Ejecutivo el próximo 14 de diciembre.
El anuncio de Berlusconi se produce el mismo día en que la Comisión Europea (CE) ha estimado que llevará "varios años" resolver el problema de la recogida de basuras en Campania, pues la zona no cuenta con un plan para gestionar las miles de toneladas que genera al año.
Bruselas advirtió hoy de que, si la presente situación continúa, denunciará de nuevo a Italia, sobre la que ya pesa desde marzo una condena del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE), ante la justicia comunitaria, lo que en esta ocasión podría traducirse en una sanción económica.
Desde septiembre pasado, Nápoles vive una nueva crisis generada por la presencia de toneladas de basura sin recoger que se acumulan en sus calles y, durante estos dos meses, se han registrado repetidos episodios de violencia y enfrentamientos entre los vecinos, que se oponen a la reapertura de vertederos, y las fuerzas del orden.
El pasado viernes, el Gobierno italiano aprobó un decreto ley con una serie de medidas para hacer frente a esta crisis y que, entre otros aspectos, incluía destinar 150 millones de euros para coordinar y asegurar la gestión de las basuras.
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