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MADRID, España, nov. 25, 2010.- Se les asocia con el "botellón", consumo de drogas y en general cualquier forma de divertirse. Es la imagen que se tiene en general de los jóvenes españoles. Pero no se queda ahí.
Los adultos los consideran irrespetuosos y faltos de responsabilidad, además de "vivir del cuento", una expresión muy utilizada cuando alguien no quiere valerse por sí mismo y vive de la ayuda de los demás.
Hasta aquí nada nuevo en el debate que existe entre los españoles sobre su juventud.
Sin embargo, ahora se han dado a conocer las opiniones de los implicados a través del estudio Jóvenes españoles 2010. Y entre otros datos, la juventud en edad de entre 15 a 24 años afronta su futuro con pesimismo. Algo que opinan casi la mitad de los encuestados (46.3 por ciento).
Están convencidos (es la primera vez que pasa en España) de que van a vivir peor que sus padres y prefieren prolongar sus estudios y no independizarse ante el difícil panorama laboral que se les presenta.
Y esto independientemente de la crisis, ya que no creen que su situación vaya a mejorar cuando termine el mal momento económico por el que atraviesa el país.
Está claro que ante un panorama así, los jóvenes no tengan muchas esperanzas en los esfuerzos que realizan para llegar a la edad adulta bien posicionados socialmente.
Un futuro desalentador sobre el que creen que no se puede cambiar nada. Por ello, la mayoría no muestra ningún interés por la política (un 56.5 por ciento piensa que la política no tiene nada que ver con ellos) y arremeten contra los políticos, la Iglesia, las grandes empresas, los sindicatos, la Corona y el Parlamento del Estado, por este orden.
De hecho el 71 por ciento de ellos tiene una imagen deplorable de los políticos a quienes consideran que anteponen sus intereses o los de su partido al de los ciudadanos.
No obstante, se les sitúa en el centro izquierda de la política a pesar que desconfían de las instituciones, siendo las ONG's las más valoradas.
Estos son algunos datos que aporta la radiografía que hace la Fundación SM cada lustro sobre los jóvenes.
Lo peor de este retrato bastante pesimista, es que uno de cada dos jóvenes cree que por muchos esfuerzos que hagan en su vida nunca conseguirán lo que desean.
Un sentimiento de dejarse llevar y esto antes de cumplir los 25 años. Pero hay más.
El informe ve a los jóvenes más tecnológicos pero con menos conciencia medioambiental que sus progenitores, no confían en la gente y su participación social es prácticamente nula.
En la escala de valores de esta generación del siglo XXI figura la familia como lo más importante seguida de la salud, los amigos, la pareja, el dinero, el tiempo libre y el trabajo.
En definitiva, un retrato sociológico de la juventud española del nuevo siglo que descubrimos, pese a lo que creíamos rendidos ante su propio futuro.
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