La península coreana, un inestable polvorín

Por Agencia | Fuente: EFE | 2010-11-23

Viven las dos Coreas uno de los incidentes más graves en 60 años; el ataque norcoreano de este martes contra la isla surcoreana de Yeonpyeong intensifica la tensión entre ambas naciones, protagonistas de diversos enfrentamientos

SEÚL, Corea del Sur, nov. 23, 2010.- El ataque de Corea del Norte a una isla surcoreana, que este martes causó dos muertos y una veintena de heridos, constituye uno de los incidentes más graves entre ambos países desde el fin de la guerra (1950-1953), que convirtió la península coreana en un inestable polvorín.

La isla de Yeonpyeong, escenario de la agresión, está a sólo trece kilómetros de la costa norcoreana y en plena frontera marítima entre los dos vecinos, que Pyongyang rechaza al asegurar que fue trazada unilateralmente por el comando de la ONU que lideraba Estados Unidos en 1953.

Esta zona del Mar Occidental (Mar Amarillo) ha sido un constante foco de tensión entre el régimen comunista del Norte y el capitalista del Sur, con enfrentamientos que ya en el pasado han originado peligrosas escaladas de violencia en la región.

El más reciente fue el hundimiento, el pasado marzo, de la corbeta surcoreana Cheonan, que acabó con la vida de 46 marinos en aguas del Mar Occidental situadas a apenas cien kilómetros al noroeste la isla atacada hoy.

Seúl y Washington acusaron al régimen comunista norcoreano de provocar aquel hundimiento con un torpedo, algo que Pyongyang negó pese a las pruebas "abrumadoras" que, según un equipo internacional de investigadores, se hallaron en su contra.

Ese ataque se cobró el mayor número de vidas desde los 115 muertos del Boeing 707 de Korean Air que estalló en 1987 en pleno vuelo sobre el Mar de Andamán (Sudeste asiático), a causa de la detonación de una bomba colocada por espías norcoreanos.

Por eso, el caso Cheonan dinamitó temporalmente las esperanzas de retomar el diálogo multilateral para la desnuclearización de Corea del Norte, posibilidad que ahora, con la última agresión, aparece aún más lejana.

La conflictiva frontera marítima, conocida como Línea Fronteriza del Norte (NLL), serpentea entre las islas de la costa occidental de la península coreana y, según Pyongyang, está demasiado cerca de su litoral.

Ello permite que los navíos surcoreanos patrullen cerca de las posiciones norcoreanas y supervisen sin dificultades sus numerosas plazas artilleras en tierra.

En las últimas seis décadas ha habido en esas disputadas aguas numerosos encontronazos entre patrulleras o con barcos pesqueros, además de violaciones fronterizas esporádicas por parte de Corea del Norte utilizadas como instrumento de presión ante Seúl y Washington.

El primer choque naval grave desde el fin de la guerra tuvo lugar en 1999, cuando un barco de Pyongyang traspasó la NLL y se produjo un intercambio de disparos que acabó con el hundimiento del buque norcoreano y unos 80 muertos.

Tres años más tarde, y pese al histórico proceso de distensión iniciado en 2000 por las dos Coreas, dos barcos de guerra norcoreanos dispararon sobre una patrullera del Sur en esas mismas aguas y causaron seis muertos y una veintena de heridos, en un suceso por el que posteriormente Pyongyang se disculpó.

En los siete años posteriores Corea del Norte atravesó la NLL en decenas de ocasiones pero sin que se produjeran intercambios de disparos hasta septiembre de 2009, cuando barcos militares de las dos Coreas se enfrentaron a cañonazos en esas aguas.

En aquella ocasión no se informó de bajas entre los marinos surcoreanos, que aseguraron que el buque norcoreano volvió a sus aguas "envuelto en llamas".

Apenas dos meses más tarde, en enero de 2010, hubo nuevos intercambios de disparos en la frontera marítima efectuados desde las costas de una y otra Corea.

La tensión se disparó con el hundimiento del "Cheonan" en marzo, que tuvo como respuesta unas maniobras militares de Corea del Sur en el Mar Occidental el pasado agosto que, a su vez, fueron desafiadas por Pyongyang con más de un centenar de disparos de artillería, sin que se informara de víctimas en ninguno de los bandos.

El suceso de Yeonpyeong es considerado especialmente grave porque en esta ocasión, a diferencia de los enfrentamientos de los últimos años, el objetivo no ha sido marítimo, sino un territorio en el que también había civiles.

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