Artículos relacionados »
BEIJING, China, nov. 21, 2010.- Miles de personas se reunieron este domingo en Shanghai (China) para expresar su duelo por la muerte de 58 personas en el incendio de un edificio que puso en evidencia la contratación ilegal de obreros y la mala calidad de los materiales de construcción en el país asiático.
La agencia oficial de noticias Xinhua informó de que miles de personas se reunieron esta mañana ante el esqueleto carbonizado del edificio de 28 plantas siniestrado el pasado lunes para llevar crisantemos blancos y velas en recuerdo de los muertos.
Además de los 58 fallecidos, otras 71 personas resultaron heridas y un número desconocido de inquilinos se encuentran desaparecidos.
El gobierno de Shanghái informó esta semana de que la mayoría de víctimas perecieron en el interior de sus casas asfixiadas por el humo tóxico y las altas temperaturas.
Una pancarta negra fue instalada hoy en la calle Jiaozhou, donde se ubica el edificio de apartamentos, en la que podía leerse en chino: "Por el triste recuerdo de aquellos que murieron en el letal incendio del 15 de noviembre".
Los familiares de los fallecidos se mostraron emocionados, mientras el resto de los miles de asistentes mantuvieron un respetuoso silencio.
Testigos presenciales indican, sin embargo, que efectivos policiales impidieron el paso de transeúntes que no llevaban flores por temor a manifestaciones, ya que el país es escenario de cerca de 100 mil protestas anuales masivas debido a la crispación social contra la mala gestión de los cuadros comunistas.
Se trata del incendio más letal registrado en la capital financiera china en décadas.
El domingo se contaban siete días desde la fecha del desastre, cuando según las creencias chinas, los muertos visitan a sus familias antes de marcharse para siempre, por lo que éstas preparan banquetes y queman escaleras de papel para ayudar a los espíritus de sus familiares a llegar hasta el cielo.
Las chispas de una soldadura hicieron arder el lunes por la tarde la maya de construcción de nailon y el andamiaje de bambú que a su vez desataron un incendio en todo el edificio.
El jefe del Partido Comunista en Shanghai, Yu Zhengsheng, el alcalde, Han Zheng, y otros funcionarios locales se unieron al duelo e hicieron tres reverencias antes de dejar sus crisantemos blancos en el lugar del edificio, en el que vivían 150 familias y que era renovado.
Las autoridades han detenido a doce sospechosos en relación con el siniestro, del que culpan a soldadores no calificados de violar las normas de seguridad laboral y a una mala gestión de subcontratas.
Además, la prensa china ha desvelado la conexión entre el contratista y el distrito municipal local, y algunos inquilinos han criticado que los efectivos de rescate no llegaran a tiempo.
El siniestro se produce pocas semanas después de que se clausurara la Exposición Universal de Shanghai, destinada a demostrar el desarrollo de la ciudad más moderna de China.
[[order]] [[autor]] escribió el [[time | date DD/MM/YYYY HH:mm]]
[[comment]]