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LONDRES, Gran Bretaña, nov. 16, 2010.- Como un país multicultural donde conviven docenas de religiones, Gran Bretaña siempre tiene mucho cuidado de no ofender a cristianos, judíos, musulmanes o budistas entre muchos otros.
Pero el caso de un juguete infantil parece haber ido demasiado lejos.
Se trata de una granja para pequeños de 18 meses de edad. Happy-Land Goosefeather Farm contiene además de la familia de granjeros, un caballo, una vaca, una oveja y un cerdito.
Cuando una mamá le compró el juguete a su bebé, se dio cuenta que le faltaba el cerdito.
Cuando llamó a la tienda para quejarse, se le dijo que el animal había sido removido por razones religiosas, es decir, que no querían ofender a sus clientes judíos, musulmanes o rastafaris.
Porque en algunas religiones el cerdo es un animal sucio.
Esta decisión, políticamente correcta, le pareció a la madre del pequeño una exageración: "me parece una locura, si alguien no esta de acuerdo con el juguete, simplemente no lo compran y punto" dijo.
Otra madre agregó: "Yo soy musulmana y no me molesta. Es sólo un animal más. ¿Que van a hacer después?, ¿Prohibir libros infantiles que contengan algún cerdo?'
La tienda, que está especializada en educación pre-escolar, anunció ya que volverá a colocar al cerdito en el juguete, y que aquellos que quieran tenerlo, sólo deberán contactarlos.
Sin embargo, han dicho que si quitarán al cerdo del juguete para otros mercados en el extranjero, donde la gente tenga mayores probabilidades de sentirse ofendidos.
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