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CIUDAD VICTORIA, México, nov. 18, 2012.- A través de un informe presentado a la Secretarías de Gobernación (Segob), la Comisión Nacional del Agua (conagua) confirmó que 17 municipios de Tamaulipas presentan problemas de sequía extraordinaria.
El director de Cuenca del Organismo Golfo Norte de la Conagua, Roberto Schuldes Dávila, informó que la solicitud del gobierno estatal era que se dictaminara a 30 municipios como zona de desastre, sin embargo sólo se detectó impacto severo en 17, quedando fuera Ciudad Victoria y la región del altiplano, así como Mante y Llera.
Hizo énfasis en que la declaratoria de desastre por sequía la habrá de dar la Secretaría de Gobernación, con el fin de que los afectados puedan tener acceso a los recursos de los programas federales reservados para atender este tipo de contingencias.
"Entre los municipios que recuerdo en estos momentos, y que si fueron considerados, son Nuevo Laredo, Miguel Alemán, San Fernando, Burgos, Méndez, Jiménez, Abasolo y Río Bravo, entre otros", detalló Schuldes Dávila.
Señaló que municipios como Victoria, Llera y Mante no entraron en el rango de sequía extrema debido a que registraron lluvias durante los últimos tres meses, periodo en que la Conagua hacía las mediciones.
"Otros que no entraron después del análisis son los municipios de Tula, Jaumave, Palmillas, Bustamante y Miquihuana, debido a que ahí se presenta una sequía continua y no cumple con la reglamentación de sequía extraordinaria que se exige para declarar zona de desastre", explicó.
Schuldes Dávila señaló que actualmente se vive una situación de sequía extraordinaria en Tamaulipas, ya que durante el 2011 y 2012 se han registrado lluvias muy por abajo del promedio histórico.
"Se puede decir que se vive la sequía más dura en los últimos 70 años en esta región del estado, donde no ha llovido lo suficiente para recargar los mantos acuíferos, y muestra de ello es que los manantiales de La Peñita continúan secos".
El funcionario federal advirtió que los ganaderos y los agricultores deben tomar medidas para adecuarse al cambio climático, como por ejemplo disminuir el hato ganadero y las tierras de cultivo de riego.
"Normalmente un índice de agostadero debe ser de un animal por 10 hectáreas, sin embargo aquí tienen a cinco reses por cada 10 hectáreas, lo que origina que tengan una mayor necesidad de agua y alimento".
Destacó que lo mismo ocurre con los sistemas de riego agrícola, que deben ser más eficientes para evitar que requiera de enormes volúmenes de agua para hacer producir la tierra.
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