En el Valle de México se está presentando una nueva modalidad de secuestro, ésta se lleva a cabo al interior de los centros penitenciarios y las víctimas son los propios internos.
"De repente pues te agarran y te meten a otro cuarto, o sea a otra celda ahí y pues a ver, '¿Quién es tu familia? ¿Quién va a venir por ti?', no pues Fulano, Mengano y ya van por ellos '¿Sabes qué? Está secuestrado y si no nos das tanto dinero ahorita, pues ahorita lo matamos' y si dices a los custodios o alguien aquí pues prácticamente ya está muerto su interno con quien viene", explica un ex interno del Reclusorio Oriente.
"Recibimos efectivamente una queja en la que un interno narró que durante unas semanas había estado privado de su libertad dentro del Reclusorio Norte, en una estancia que no era la que la administración penitenciaria le había asignado", detalla Rosalinda Salinas Durán, segunda visitadora general de la Comisión de Derechos Humanos del DF.
Quienes se encuentran en calidad de procesados en algunos de los reclusorios del Distrito Federal y el Estado de México, son objeto no sólo de extorsiones, abusos y cobro de cuotas por parte de otros internos, también pueden ser sometidos a un segundo cautiverio dentro de la misma cárcel.
"Me dijeron que teníamos que pagar un dinero por este familiar. El me decía intimidando que si nosotros no le dábamos el dinero que lo iba a matar porque él era una persona muy peligrosa, que él estaba ahí recluido por asesinato, violación y secuestro y que a él le habían echado 160 años, que entonces él ya no tenía miedo de matar a uno más", reconoce el familiar de un interno en el penal Neza-Bordo.
Se trata de una de las diferentes actividades ilícitas que los sentenciados más peligrosos llevan a cabo.
"Lo que es asesinos, secuestradores, que ya llevan cinco o 10 años ahí y piensan que ya no van a salir, ya están resignados y pues trabajan por poco dinero, ya no tienen visita entonces para subsistir hacen trabajitos", afirma un ex interno del Reclusorio Sur.
En el DF la Comisión de Derechos Humanos ha recibido 322 quejas por violaciones al derecho a la integridad personal en reclusorios de enero a junio de 2013, pero sólo una corresponde al delito de secuestro, con la que suman tres desde el año 2010.
"No necesariamente quiere decir que no haya más casos, porque cuando una situación de esta naturaleza ocurre, los internos lo que menos quieren es denunciar ni exponerse más, para evitar vivir una nueva agresión. Los internos nos han platicado, pero nos piden expresamente no iniciar ninguna queja", dice Rosalinda Salinas Durán, segunda visitadora general de la CDHDF.
"Sí quisiera uno luego comentar las cosas pero es como contraproducente, corres el riesgo de que te maten", confiesa el ex interno del Reclusorio Sur.
En la recomendación general 18 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos se señala que en reclusorios del DF, el Estado de México y 21 entidades más, no son separados, o lo son deficientemente, aquellos internos que representan una influencia nociva sobre sus compañeros. También se subraya la existencia de grupos de internos vinculados con la delincuencia organizada, los cuales corrompen a las autoridades para organizar o seguir cometiendo delitos graves.
"Hay todo tipo de funciones de ese tipo, además por supuesto de las actividades de más alto calibre y de naturaleza ilícita: extorsiones, secuestros, tráfico de drogas adentro de la cárcel", explica Corina Giacomello, analista del sistema penitenciario.
Fenómeno que tiene como origen la corrupción y el autogobierno de internos que hacen valer la ley de la cárcel, tema de nuestra siguiente entrega.
"Pues más que nada como te ven, ahí le dicen 'tierno' al que va por primera vez y te empiezan igual, en esa forma, pues igual a pedirte dinero y eso, si no tienes pues te golpean o te amenazan que te van a matar", reconoce un ex interno del Reclusorio Norte.
AGHO
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