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Es la media noche y este pequeño grupo de hombres y mujeres está realizando su rondín de vigilancia.
Hace frió, pero dicen que eso no importa.
Lo verdaderamente importante, apuntan, es defender el bosque de la embestida de los talamontes.
"De esa manera hemos conservado un poco el bosque que tenemos todavía porque si no anduviéramos aquí ya desde cuando ya se hubiera acabado todo", explica Maura Islas, habitante de Zacacuautla.
Ellos dicen que son los defensores de este bosque porque aquí nace el manantial que durante décadas ha abastecido de agua a su pueblo.
"Entonces por eso lo defendemos, esta es la parte más arbolada ahorita porque es a donde no han llegado, pero aquí más arriba a unos 300 metros es donde ya están talando clandestino porque es la parte donde hay pino pátula".
Es de día y el bosque de 55 hectáreas se ve majestuoso.
Está localizado en la comunidad de Zacacuautla, municipio de Acaxochitlán.
Una de las regiones más impactadas por la tala legal y la tala clandestina en el estado de Hidalgo asegura don Apolonio.
Él es albañil y tiene 57 años de edad.
"Aquí está la mata número uno de taladores", asegura Apolonia Villegas, habitante de Zacacuautla.
Y puro clandestino porque yo entiendo que cuando hay un permiso no tengo porque andarme escondiendo.
Don Apolonio señala que la defensa de este bosque comenzó hace poco más de 10 años cuando, asegura, que los habitantes de Zacacuautla descubrieron que los hermanos Pedro y Margarita Canales Templos se adueñaron indebidamente de este bosque.
"Yo desde que tengo uso de razón ese señor Pedro Canales no es dueño como él lo pone".
Él es Pedro Canales Templos, vive en Tulancingo, Hidalgo. Dice que es falso que se haya apropiado indebidamente del bosque de Zacacuautla.
"Las cosas son legales, esos terrenos fueron de mi padre, que él los compró, se los regalarían, etc., yo no, yo intervengo cuando él hizo las donaciones, dijo él yo les voy a donar un predio a Pedro Canales y otro a Margarita, pues ya".
"Se lo robó el papá de Pedro Canales y entonces, Edmundo Canales se llamaba el papá", reconoce Benita Ibarra Canales, habitante de Zacacuautla.
Aahora, dice Pedro, que a él no le importa si su papá robó o lo compró, a ellos su papá se los dio y son dueños.
El problema, dicen los defensores del bosque, es que Margarita y Pedro Canales obtuvieron permisos de aprovechamiento forestal para talar los árboles.
Aseguran que se trata de un atentado contra el manantial que les abastece el agua.
"Se hizo un estudio hídrico, hidrológico como se llame, donde se demuestra que de talar esos montes el manantial se vería afectado inevitablemente", detalla Filiberta Nevado Templos, integrante de la Cooperativa El Ocotenco.
Hay tanta tala en el pueblo que se han ido secando arroyos y manantiales, entonces el único manantial que queda es ése, dependemos de ése, si ése no lo defendemos no sé que será del futuro de Zacacuautla.
Los permisos de aprovechamiento forestal dieron la pauta a una serie de enfrentamientos entre quienes aseguran ser los dueños del bosque y estos vecinos de Zacacuatla, los cuales constituyeron la Cooperativa El Ocotal para poder defenderse.
"Decimos nosotros que nunca en Zacacuautla se habían depredado tantos los bosques hasta que apareció la Semarnat y la Profepa, porque la tala clandestina como ustedes vieron ahorita pues son 5, 6, 10 pero cuando hay un aprovechamiento pelan esto en un día o sea no dejan nada parado", dice Filiberta Nevado Templos, integrante de la Cooperatica El Ocotenco.
"No necesariamente, la el permiso que se otorga lleva consigo la reforestación y el cuidado en el manejo y la supervisión de cuántos arbolitos que sembramos van a crecer o están creciendo y no ha muerto, si nosotros logramos ésto y la PROFEPA vigila que se cumpla lo que se hizo en el programa estaremos saliendo adelante y no nos los vamos acabar", reconoce Federico Vera Copca, delegado de Semarnat en Hidalgo.
Pedro Canales asegura que él y su hermana Margarita son los legítimos propietarios de este bosque, que los habitantes de Zacacuautla proponen se declare Reserva Ecológica para proteger el manantial.
Pedro responde que para evitar problemas con la comunidad ya vendió su parte de bosque.
"Como yo vendí ese predio ya automáticamente no puedo meter mano ahí".
Sin embargo, después advierte que están vigentes los permisos de aprovechamiento forestal.
Asegura que se trata de dos etapas en las que se podrán talar árboles de más 50 años de edad.
"Sí, sí, lo vamos hacer porque ya los árboles, créame, que en tiempos de agua se afloja la tierra y se hace tiradero de árboles".
Los defensores de este bosque de Zacacuautla aseguran que van a continuar con esta lucha con la que pretenden garantizar el futuro de su pueblo con la protección de uno de los últimos macizos forestales que quedan en esta región de Hidalgo.
"Ésto que estamos haciendo aquí de alguna manera contribuye a que todos tengamos agua y tengamos aire puro, no nada más es Zacacuautla, es para todos, pero pues nadie piensa así", afirma Benita Ibarra Canales, habitante de Zacacuautla.
Hay 109 aprovechamientos forestales de los 772 que están autorizados en Hidalgo.
AGHO
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