CIUDAD DE MÉXICO, México, mayo 17, 2013.- A sus 22 años, los sueños de Carlos Jiménez Morales quedaron interrumpidos.
"Inmediatamente sentí el balazo y lo único que recuerdo es que caí hacia atrás y traté de taparme el balazo, pero ya no pude, ya no pude moverme, ni sentía nada, esto fue muy rápido, pero para mí fue eterno, la espera de la ambulancia", relato Carlos.
Su pasión por el fútbol, en duda, una bala lo dejó paralizado, del cuello para abajo.
"Estuve aproximadamente 10 días en coma, y después, otros cuatro meses en el hospital, era una persona que conocía, un cliente de la tienda, una persona ya adulta de 59 años de edad, obviamente cuando sucedió el accidente, iba alcoholizado y drogado y disparó hacia mí", dijo Carlos.
El asalto no se concretó y el responsable fue detenido y resultó ser un expolicía dedicado a delinquir, pero el daño ya estaba hecho.
El joven sano, independiente, trabajador, padre de dos hijos, fue víctima de la violencia en la Ciudad de México.
La cuenta de los dos hospitales privados que atendieron a Carlos ascendió a más de 2 millones 200 mil pesos, cifra que se negó a pagar el seguro de gastos médicos mayores contratado por el padre de la víctima.
"Me dijeron los doctores que iba a quedar en estado vegetal y ahorita él ya maneja un poco su silla, ya come, ya puede mover más sus manos", comentó Claudia Morales Flores, madre de Carlos.
Han pasado más de mil días de la fecha en que cambió su vida, ahora, cada movimiento de Carlos cuesta mucho trabajo. las tareas más sencillas, se hacen las más complicadas..
Esfuerzos que no están exentos de tropiezos. Sólo subir al coche puede representar un suplicio.
Dice que no guarda resentimiento hacia el delincuente que lo dejó en estas condiciones.
"Para mí fue un accidente, que yo no quiero cargar con eso toda mi vida, le deseo la verdad lo mejor. Esta persona la detuvieron y ahorita está en el reclusorio sur, con una sentencia de 13 años".
Quiere estudiar la carrera de computación que dejó pendiente por la agresión que sufrió.
"Es un proceso que lo quisiera lograr, mi objetivo es ser independiente, de hecho, yo poder manejar, trasladarme yo sólo".
Las terapias son caras, necesarias de por vida y también, las medicinas para controlar sus espasmos.
Existe una cirugía para disminuir los movimientos incontrolados, pero no alcanza el dinero para pagarla.
"Él tiene una misión en la vida, por algo dios le dejó aquí, le doy gracias a dios que esté vivo".
Cada día mueren 50 personas producto de violencia y accidentes y 100 más adquieren alguna discapacidad.
MACO
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