ACAPULCO, México, abr. 16, 2013.- Para el presidente municipal de Acapulco, Luis Walton, existen varios Acapulcos:
"Aquí son dos Acapulcos. El Acapulco que vive bien y el que está en desgracia. El 51% es de pobreza y el 13 % es de extrema pobreza en Acapulco".
Jesús Santiago tiene 24 años y vive día a día ese Acapulco menos visto. Es vecino de Ciudad Renacimiento, una colonia al norte de la bahía con altos índices de inseguridad y desempleo. Él quiere colaborar para cambiar esa situación:
"Quiero que la gente que hace música se ocupe en ella y que tenga un beneficio de esto. Que no esté robando, que no esté vagando en las calles. Que ocupe y ocupe su creatividad y que igual todos salgamos adelante."
Jesús, hijo de madre soltera, estudia psicología y toca en un grupo de rock. En casa vive junto a su madre, maestra de primaria, su hermana de 20 años, su hermano, de 18 y su sobrina de dos años. Los tres estudian y el ingreso de su madre es insuficiente. Jesús quiere abrir un estudio de grabación en su colonia. Para ello necesita unos 40 mil pesos.
"Yo como estudiante no puedo trabajar como quisiera todos los días o todo el tiempo. Si tuviera esa facilidad quizá no estaría pidiendo el dinero. El recurso lo pondría yo de mi bolsa, pero es mucho esfuerzo realmente", comentó Jesús.
En su colonia, en lo que va del mes han asesinado a tres hombres. Dos de ellos menores de 25 años. Ser joven aquí no es sencillo.
"Es un poco complicado. La situación que vivimos ahora de violencia. Tenemos miedo de salir a las calles, que nos confundan con halcones. Que nos vean mal nuestras familias por salir de noche", subrayó el joven estudiante.
Jesús acude desde hace un mes al taller para jóvenes emprendedores impartido dentro del arranque piloto de la cruzada contra el hambre en Acapulco, Guerrero.
"Mi proyecto es para que los jóvenes tengan un espacio para que puedan componer su música, generar y desenvolver la creatividad que tienen. Me gustaría que usted pudiera ver mi proyecto y que le echara un vistazo. De eso se trata de que los jóvenes tengan opciones", comentó Jesús a la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles.
Al taller acuden jóvenes entre 18 y 30 años de colonias marginadas para aprender a ser empresarios. Propuestas de tortillerías, cafés internet, clínicas dentales y escuelas de arte buscan financiamiento del Instituto Nacional de Economía Social, antes FONAES.
Víctor Manuel quiere abrir una tienda para vender las artesanías que elabora junto a Xóchitl, su madre.
"Puede ser un negocio para la familia porque tengo más hijos y me pueden ayudar también en esto. Les he enseñado también a ellos para que crezca y no quede nada más en voy a hacer una flor", dijo Xóchitl Jiménez, habitante de Acapulco, Guerrero.
Xóchitl tiene cinco hijos. El ingreso más importante para la casa lo aporta su esposo, un chofer de transporte público. Ella ocasionalmente vende arreglos decorativos fabricados con desperdicios de maíz, palma, tomate y hasta escamas de pescado.
La familia Benalonzo Jiménez vive en la colonia Simón Bolívar, una de las más pobres de Acapulco. Allí llegaron hace más de 15 años y la han visto crecer. La crisis de inseguridad ha hecho que muchos habitantes de la zona perdieran su trabajo. Hoy sólo su hija mantiene un trabajo en un restaurante de comida rápida de la Costera. La familia está entusiasmada con abrir un negocio, pero aún tienen muchas dudas.
"Es lo que no nos dijeron. ¿Cuánto tiempo? Un año. Y ya al segundo año comienzas a pagar al Gobierno todo lo que te prestó. Pero cómo: rédito o no, qué tanto. Todo eso no nos explicaron. Es la primera vez. Como dicen: el que no arriesga no gana", comentó Xóchitl.
De la decena de ideas de negocio la única dedicada al turismo fue propuesta por Rafael Arredondo, de 29 años. No tiene trabajo fijo y dejó sus estudios después de la preparatoria, el quiere poner una escuela de buceo.
"Realmente el pueblo aquí lo que mantiene todo esto es el turismo. Si abren más la mente es el centro de aquí", dijo Rafael.
Rafael es vecino de la colonia Jardín Azteca, en Pie de la Cuesta. Regresó a Guerrero en 2010 después de trabajar por ocho años en bares de Los Cabos, En Baja California Sur. Su retorno no ha sido fácil:
"Aquí sí es un nido de delincuencia y de relajo, inseguridad. Hay que hacer cosas buenas para que salgan cosas buenas. Hay mucha gente que necesita estas oportunidades. Necesita trabajar honradamente, honestamente."
El Gobierno Federal comenzará a hacer los primeros préstamos en mayo para poder echar a andar los negocios. Allí los asistentes al taller se darán cuenta del empresario que llevan dentro.
"Tengo la idea, tengo la intención de hacer algo bueno para mi comunidad y por qué no aprovechar esta oportunidad para que sea factible en poco tiempo", aseveró Jesús Santiago, habitante de Acapulco.
MACO
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