AGUASCALIENTES, México, mar. 28, 2013.- Adrián Luévano Carrillo, con casi 70 años de edad, es un sacerdote de Aguascalientes que además es ventrílocuo.
"Me decía internamente una vocecita que sÓlo yo escuchaba y me decía y tu ¿Por qué no? Y hasta que entré al seminario se me quitó la vocecita aquella y de esto ya van a ser 50 años en octubre, el 17 de Octubre de 1963 ingresé al Seminario y Don Marraqueto nació en diciembre", cuenta el sacerdote.
Un día visitó la Ciudad de México, en una tienda de antigüedades vio un muñeco al que compró, con el tiempo aprendió el arte de la ventriloquía, ahora lo llama Don Marraqueto.
"Hombre feliz, mira ya tengo casi 50 años y él ha estado siempre conmigo, me siento tan feliz, porque me cuida, a veces me mete en la maleta calcetines, un día me quedé en las narices uno y ya me desmayaba", dijo Don Marraqueto.
Cada domingo al medio día el padre Adrián enseña a los niños el catecismo utilizando sus personajes.
También tiene entre sus muñecos un cuervo español de nombre Venancio Rockefeller.
"Quiero mucho a México, soy español de la raza Cali, hombre se entiende", señaló Venancio Rockefeller.
El padre Adrián tiene cerca de 49 muñecos con los que interactúa: "Ahí hijo de mi vida no me des esos jalones tan terribles, hombre".
Adrián Luévano Carrillo, el párroco del Templo de Nuestra Señora de la Luz, un sacerdote de Aguascalientes con alma de niño y es así como también enseña la palabra de Dios.
REB
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