CIUDAD DE MÉXICO, México, mar. 12, 2013.- Sergio Vives tiene un puesto ambulante afuera de la estación de Metro Balderas. Vende chicles, dulces, papas fritas y refrescos. En la hielera, sobre la banqueta que da a la avenida Niños Héroes, son vistosos los cuatro bloques de hielo que enfrían las botellas de más de medio litro de gaseosa.
"Por cada refresco de sabor que vendo o agua natural, vendo ocho o nueve refrescos de cola", dijo Sergio. No comercializa bebidas de dieta porque nadie las compra. "Siempre se me quedan".
Hoy, en la ciudad de , Estados Unidos, debía entrar en vigor una ley que prohibiera la venta de bebidas con altos niveles de azúcar y de más de 16 onzas, lo equivalente a 0.464 litros, en los establecimientos regulados por el Departamento de Salud de la ciudad.
La medida, una iniciativa contra la obesidad promovida por el alcalde neoyorquino Michael Bloomberg, fue vetada este martes por el juez estatal Milton Tingling. El magistrado indicó en su fallo que la ley es "es arbitraria y caprichosa porque no se aplica por igual a todos los establecimientos de la ciudad y además excluye otro tipo de bebidas que tienen concentraciones de azúcar significativamente más altas".
La respuesta de Bloomberg no tardó en llegar: en conferencia de prensa, mantuvo su postura de prohibir las bebidas azucaradas, debido a que "la gente pobre no puede cuidarse por sí sola", según The Huffington Post.
Además, señaló que apelará el fallo "lo antes posible para frenar la epidemia que mata a cinco mil neoyorquinos al año".
En las tiendas de servicio ubicadas en el Centro Histórico de la Ciudad de México, uno de los seis refrigeradores es exclusivamente para refrescos de cola en presentaciones mayores a los 500 ml. Sólo la mitad de uno de ellos es para agua natural.
"La gente casi no compra latas de 355 ml, vienen por envases de 1 l, y normalmente es para consumo personal", comentó David Arteaga, vendedor en una tienda de abarrotes sobre la Carmona y Valle, en la colonia Doctores del DF.
A diferencia de los intentos del Ayuntamiento de por evitar la venta de estas bebidas que pueden llegar a tener 110 gramos de azúcar y 400 kilocalorías, el Gobierno del DF (GDF) no ha implementado este tipo de iniciativas de prohibición.
La nutrióloga Mónica Hurtado, secretaria técnica del Consejo para la Prevención y Atención de la Obesidad de la Secretaría de Salud capitalina, admitió que el GDF no ha querido implementar estas medidas porque se debe educar el consumo moderado de estos productos a través de una cultura de la alimentación.
"La política de es extrema. Los refrescos y bebidas azucaradas son consumibles, pero siempre de manera moderada. Estamos convencidos de que los problemas de obesidad y enfermedades relacionadas al sobrepeso se pueden evitar implementando una cultura y una educación de buena alimentación", señaló en entrevista para Noticieros Televisa.com.
En 2008, el GDF puso en marcha un programa llamado "Muévete y métete en cintura", que consta de acciones como la promoción de la salud, actividades físicas, y entrega de folletos con información sobre una alimentación correcta.
"No hay alimentos buenos ni malos, hay malas elecciones y malas porciones", siguió Hurtado. "Mi deseo culpable son los chilaquiles tradicionales, los que son muy fritos, pero sé que si los como por la mañana, en la tarde me toca una ensalada de atún y por la noche algo ligero".
AA
[[order]] [[autor]] escribió el [[time | date DD/MM/YYYY HH:mm]]
[[comment]]