CIUDAD DE MÉXICO, México, feb. 4, 2012.- Por las noches la Ciudad de México tiene otro rostro.
Bares, discotecas, centros nocturnos y cantinas abren sus puertas a la vida nocturna.
Cada fin semana, 500 mil personas, en su mayoría jóvenes, buscan diversión..
Los llamados giros negros permiten y ofrecen lo prohibido. Es el local que abre al amparo de la protección de autoridades, sólo así se puede entender que muchos operan a plena luz del día.
"Sí, hay muchos lugares que dan barra libre, hay fiestas clandestinas. Hay drogas, hay cuartitos, hay gente de diferentes edades, hay de todo no. Hay lugares muy protegidos por las delegaciones, consentidos de parientes y de amigos", explicó el presidente de Convivencia sin Violencia, Joaquín Quintana.
El Área de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal realizó una investigación sobre los llamados giros negros en el año 2012.
El censo reveló la existencia de 947 establecimientos que violan leyes y reglamentos. Cifra similar a la del Instituto de Verificación Administrativa capitalina.
"Se calcula que hay entre 800 y mil giros negros en la Ciudad de México", detalló Mayer Klip, presidente del Instituto de Verificación Administrativa del DF.
El informe detalla la razón social del giro negro. Su ubicación, horario de servicio y la problemática que presenta.
Describe los delitos detectados en cada lugar, entre los más frecuentes destacan: riñas, venta de alcohol adulterado, ingreso de menores de edad, narcomenudeo y prostitución.
"Nada más en Cuauhtémoc detectamos alrededor de 300 giros negros, que en la mañana pueden funcionar como una lonchería y en la noche se convierten en prostíbulos", asegura Ismael Rivera, de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos.
Lo cierto que muchos padres de familia desconocen los lugares que frecuentan sus hijos.
Cuando le da permiso de salir con los amigos, ¿conoce el lugar al que acude?, ¿si el local cuenta con medidas de seguridad? ¿qué tipo de bebidas ingiere?, ¿quién lo atiende?
Es Karla, vivió una pesadilla en una discoteca de la capital. Todo empezó por una discusión con otra joven.
"Esta niña se enojó y fue y me acusó con su hermano el cuál vino y me insultó, me dijo de groserías y mi reacción fue darle una cachetada. Saliendo del antro me topo con este tipo, el cual me golpea, me dio un puñetazo del lado derecho de la cara, caí al suelo, me dió de patadas. Mi amigo con el que salí lo agarraron los guaruras para que no me ayudara", relata Karla.
Pero, ¿dónde estaban los elementos de seguridad del antro?
"Ya los dos minutos vino la hermana con las amigas y me acabaron de golpear. Ellas me tiraron al suelo, rasguños patadas, puñetazos todo esto fue frente a los de seguridad del antro, de los valet parking y de los policías que estaban ahí los cuales ninguno hizo nada".
Karla fue golpeada brutalmente. El personal del antro prácticamente la dejó a su suerte.
"Me metieron a un cuartito del antro, el de la cadena, el cadenero me dijo: tranquilízate y cállate y da gracias de que estas viva. Resulta ser que le tenían miedo a este sujeto porque al parecer siempre va armado".
El presidente de Convivencia Sin Violencia, Joaquín Quintana, expresa: "Karla es un caso de los que pasa cada fin de semana de verdad y, eso lo tenemos que cambiar, no puede ser que tu vayas a un lugar de esos y que en vez de cuidarte y protegerte salgas golpeado y todavía te corran".
"Obviamente mi vida se para ahí, porque empecé con miedos de salir, de encontrármelo de, no hice nada legal porque me dio miedo", reconoce Karla
Ella es sólo un ejemplo de los riesgos que corre un joven al acudir a un establecimiento que carece de personal capacitado para atender una emergencia. Sitios en donde las riñas son frecuentes.
Hace unos días el Instituto de Verificación Administrativa clausuró cinco establecimientos ubicados en la delegación Cuauhtémoc y uno en la Gustavo A. Madero.
Los antros llamados Bar Manolo, Touch, Life, El Sótano, El Evento y La Corbata no contaban con el permiso de establecimiento mercantil, letreros de rutas de evacuación, botiquines de primeros auxilios ni personal capacitado en primeros auxilios. Algunas salidas de emergencia estaban obstaculizadas y no contaban con barra de pánico.
En dos años y cuatro meses el INVEA ha clausurado siete mil establecimientos y suspendido actividades a más de cuatro mil.
Los 300 verificadores son insuficientes para revisar miles de negocios.
"No, no para nada lo ideal sería tener dos o tres veces tantos inspectores desafortunadamente todo es problema de presupuesto", subraya Mayer Klip, afirma que para poner orden en la Ciudad de México se requieren por lo menos mil 100 verificadores y mayores facultades para intervenir.
"Nosotros en un principio teníamos la facultad de auditar a las delegaciones. En la asamblea decidieron por razones que solamente ellos conocen quitarnos esa facultad", dice Mayer Klip.
Son los departamentos jurídicos de las distintas delegaciones políticas quienes, a su libre criterio, deciden qué establecimiento se debe verificar.
"El verificador va, hace la verificación, regresa al jurídico, le entrega los papeles y la delegación decide si sanciona o no sanciona, si suspende o clausura o deja sin materia".
Para los empresarios y organizaciones civiles es en este punto donde la ley se aplica a discreción.
"El delegado a su buen saber y entender pues, acciona su criterio propio sin que exista nadie que medie esto", lamenta Ismael Rivera, de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos.
"Ojalá y la asamblea, en un momento determinado, pueda decidir darnos las facultades, sería muy bueno para la ciudad", concluye Mayer Klip.
AGHO
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