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LIMA, Perú, Ene. 16, 2013.- Una nueva recaída en la salud del ex presidente Alberto Fujimori, afectado por un cuadro de presión arterial baja, reavivó las peticiones de indulto tanto de parte de su familia como de líderes de los partidos políticos.
Su médico de cabecera que lo atendió, el también congresista Alejandro Aguinaga, lo visitó en su prisión en un local policial en las afueras de Lima, para brindarle los primeros auxilios.
El fujimorismo, la segunda fuerza política del país, reclama el urgente indulto, gracia que está en manos del presidente Ollanta Humala. Sin embargo, la petición es estudiada actualmente por una comisión de indultos presidenciales.
La familia del ex gobernante, en especial sus hijos Keiko Fujimori, ex candidata a la presidencia y Kenji Fujimori, congresista, sostienen que la salud de su padre se agrava cada día más.
Alberto Fujimori ha sido intervenido quirúrgicamente cuatro veces de un cáncer a la lengua. Sufre también de depresión y ha bajado más de 15 kilos de peso corporal.
No obstante, el procurador del estado para casos de corrupción Julio Arbizu señaló que la recaída de la salud del ex gobernante "no es motivo para acelerar un indulto".
El defensor del estado señaló más bien que la afección de Fujimori parece ser un episodio eventual recurrente de su enfermedad.
Otro ex candidato presidencial, el economista Pedro Pablo Kuckinsky señaló por su parte que si Fujimori está enfermo, debe irse a su casa. Esto no significa, aclaró, que lo indulten.
En filas del partido aprista peruano, sus voceros, entre ellos, el ex primer ministro Javier Velásquez han indicado también que es tiempo ya de pronunciarse sobre el indulto del ex presidente, actualmente condenado a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad.
La prensa local también se refiere al ex canciller fujimorista Augusto Blacker Miller, perseguido por la justicia peruana por los delitos contra el orden constitucional y rebelión en agravio del estado por apoyar el autogolpe que Alberto Fujimori protagonizó el 5 de abril de 1992.
Al respecto, el procurador Julio Arbizu precisó que el ex canciller, ubicado en Albania, debe ser extraditado para que responda a la justicia porque él no se rebeló contra un gobierno autoritario, por el contrario, indicó, lo hizo para avalar a un gobierno autoritario. Su delito, por lo tanto, no es político.
El tema del indulto a Fujimori forma parte de la discusión doméstica habitual entre los políticos peruanos, pero, en opinión de observadores locales, su aprobación o rechazo duerme por ahora el sueño de los justos. De lo que se desprende que el gobierno del presidente Ollanta Humala parece no tener ningún interés, por ahora, en privilegiar un tema tan controvertido por lo que habría optado por mantenerlo como un as político bajo la manga.
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