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CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 2, 2013.- El acuerdo alcanzado en Estados Unidos para evitar un aumento de impuestos generalizado y recortes de gasto público, conocido como "abismo fiscal," aleja al Gobierno Federal de la posibilidad de enfrentar los retos de una posible recesión en el vecino del norte.
"Celebramos que el acuerdo que se ha tenido en los Estados Unidos para atender el déficit fiscal de ese país haya tenido lugar, lo que sin duda habrá de a temperar las amenazas a las economías que había en todos los países del mundo, y por su puesto a la que representaba para México, toda vez que nuestra economía está íntimamente liga al desarrollo económico de aquel país", dijo Enrique Peña Nieto.
La economía mexicana está estrechamente vinculada y expuesta a lo que pasa con las finanzas de Estados Unidos por diferentes motivos.
El primero de ellos es su enorme dependencia comercial, pues 77% de las exportaciones de nuestro país se dirigen a Estados Unidos, lo que en números significa más de 233 mil millones de dólares entre enero y octubre del año pasado.
"Y en el caso particular de México, como sabes estamos ligados profundamente a través de la actividad de manufacturas y eso lo que hubiese implicado pues es un menor dinamismo y no hubiésemos podido lograr la meta que está proyectada de crecimiento PIB para este año de 3.5% real", comentó Fernando Aportela, subsecretario de Hacienda.
Otro factor es que del total de la inversión extranjera que llega a México, casi el 50% proviene de Estados Unidos.
Por último, y no menos importante, las remesas que envían al país los cerca de 11 millones de mexicanos que trabajan del otro lado del Río Bravo representan ingresos por más de 20 mil millones de dólares para miles de familias a lo largo y ancho del país.
Consciente del vínculo financiero con Estados Unidos, el presidente Enrique Peña Nieto destacó que México necesita impulsar su desarrollo interno para evitar que los problemas del extranjero dañen a la economía nacional.
"Pero también motiva el que México hoy se ocupe de fortalecerse internamente para tener un mayor crecimiento económico, un mayor desempeño de nuestra economía dependiendo del interior", señaló el mandatario.
A diferencia del presidente Enrique Peña Nieto, a su antecesor sí le tocó enfrentar entre 2008 y 2010, una crisis económica en Estados Unidos, calificada por muchos como la más grande de la historia.
"Es decir la crisis fue muy fuerte si, la más dura, México fue de los países que más la sufrieron porque estamos muy cerca de los Estados Unidos, pero también tomamos medidas que evitaron que el daño fuera aún mayor en la sociedad mexicana", dijo el ex mandatario Felipe Calderón en su última entrevista como presidente de México concedida a Joaquín López-Dóriga.
Aunque no es la solución para la economía de Estados Unidos, el pacto entre demócratas y republicanos para impedir el "abismo fiscal", representa un esfuerzo para ganar tiempo y pensar en acciones integrales que respondan a los grandes problemas de deuda, empleo y crecimiento que tiene la nación norteamericana.
En la medida en que se estabilice la economía del vecino del norte, el presidente Enrique Peña Nieto tendrá mayor facilidad de buscar el éxito de su plan económico para México en los próximos años.
MACO
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