Acumuladores de objetos (Parte 1)

El Síndrome de Diógenes se trata de alteraciones genéticas que ocasionan que quienes lo padecen guarden cualquier objeto, convirtiéndose en acumuladores compulsivos

CIUDAD DE MÉXICO, México, dic. 19, 2012.- Acumular desechos o cosas que en realidad no sirven, acumular hasta no tener espacio en casa, se llama Síndrome de Diógenes, y a las personas que lo padecen les llaman acumuladores compulsivos o atesoradores.

Cristina Lóyzaga, Clínica Trastorno Obsesivo Compulsivo y Trastornos del Espectro, del Instituto Nacional de Psiquiatría, dijo: "Tienen una dificultad para categorizar los objetos y  tienen un apego exagerado en los objetos".

Don Porfirio Jiménez Zafra, señaló: "Si tú me dices '¿Qué tienes en este bote?' yo te voy a contestar 'Ah pues es que con este bote fui a hacer un evento con buenos amigos'".

En casa de Porfirio, se han utilizado principalmente dos cuartos para acumular objetos.

Para las personas que acumulan compulsivamente, los objetos les van a servir de algo sin embargo pueden pasar décadas enteras y no volverlos a utilizar o a mover del lugar donde lo han puesto. Es el caso de la familia Jiménez que lleva en este lugar atesorando, como ellos piensan, cualquier cantidad de objetos desde hace 40 años.

Según don Porfirio, su padre comenzó, y ahora acumulan su padre, él y su hermano.

Tienen entre muchos objetos: libros, juguetes, material de cuando iban a la escuela, herramienta, láminas, cables, una cama usada, fierros, sillas.

"Un paciente por ejemplo que ya terminó la universidad, guarda sus cuadernos de la primaria y de la secundaria porque piensa que tal vez algún apunte le pueda servir", agregó Cristina Lóyzaga.

Lo mismo pasa con Francisco, al lado de su cama tiene otra cama que nadie usa.

Francisco Cruz dijo que "la cama que no usa se puede utilizar para algo, porque luego llega la visita".

Han pasado 10 años, y nadie la ha usado. Pero como eso, guarda un ropero, un radio, un antiguo monitor de computadora, un tapiz que tiene 25 años, y aunque ha pintado su casa, esa pared no se toca.

Andrea Cruz, nieta de Francisco, dijo: "No lo quiere cambiar".

Para cada uno de los objetos atesorados hay una razón de peso para el acumulador.

Francisco guarda una alacena que fue de su madre, lleva más de 30 años en el mismo sitio.

Francisco Cruz tiene uno de sus cuartos cerrado con candado. Según sus familiares lo que atesora ahí son desechos, así como libros y cuadernos de sus hijos de cuando iban a la escuela.

Los acumuladores compulsivos pueden guardar cualquier objeto.

Cristina lóyzaga del Instituto Nacional de Psiquiatría, dijo: "Otra paciente mayor tiene acumulación de objetos tan extraños, tan raros como defensas de automóviles que se encuentra en la calle, tenemos una paciente que vive en el campo y así alcanzó a jalar la cabeza de un animal muerto".

Las investigaciones psiquiátricas en torno a este síndrome de atesoramiento comenzaron a hacerse de forma especializada en el 2000.

Lo que se sabe hasta ahora es que alrededor del dos por ciento de la población mundial lo padece, y podría tratarse de alteraciones genéticas o de neurodesarrollo.