CIUDAD DE MÉXICO, México, Nov. 26, 2012.- En la avenida Juárez ya no destacan las vallas de dos metros con plástico verde que impedían ver los jardines de la Alameda Central. Ahora, los árboles y flores embellecen la avenida.
Por la mañana, vallas metálicas de un metro no permitían el acceso al parque a los transeúntes que querían sentarse en las bancas sobre la banqueta de la avenida Juárez.
Los policías sólo permitían el acceso a jardineros y barrenderos que preparan los últimos detalles para su inauguración.
"Espérese a las seis de la tarde, en este momento nadie puede pasar", ordenó uno de los elementos de seguridad.
Varias personas paseaban por la banqueta y comentaban sobre la remodelación de la Alameda Central.
"Se parece al Central Park de Nueva York", dijo Cecilia, mujer que caminaba con su esposo. Señaló que la cantidad de árboles y la Torre Latinoamericana dan un aspecto de la Gran Manzana.
Con una inversión de 240 millones de pesos, que se utilizaron para restaurar el piso, las 220 bancas históricas y los jardines, el gobierno del Distrito Federal en funciones señaló que no habrá comercios ambulantes dentro del parque ni en las banquetas.
"Eso dicen siempre, pero a ver qué hace el nuevo gobierno de la ciudad. Es muy difícil impedir la venta de los ambulantes", le dijo otro visitante a un policía.
La blancura del mármol de Carrara del Hemiciclo a Juárez, símbolo del parque, también fue restaurado y luce como nuevo, y los detalles en oro del monumento ya no están opacos.
Debido a la cercanía con la época navideña, los jardineros colocaron flores de noche buenas en las jardineras, así como alrededor de las bancas históricas.
Las dos estaciones del Sistema de Transporte Individual Ecobici, que fueron suspendidas por la remodelación, ya están en funciones. Una se ubica en la esquina de Juárez y Dr. Mora, y la otra sobre la avenida Hidalgo.
Emilio, quien trabaja frente a la Alameda Central, admitió que el parque ayudará a los comercios en la zona e invita a que la gente camine por sus parques.
"Salgo cada dos horas a fumar un cigarro y ahora podré sentarme en una de las bancas mientras sacio mi vicio", comentó.
Todas las esculturas y estatuas fueron remodeladas, aunque sobresale la de Francisco I. Madero, a pocos metros del Palacio de Bellas Artes.
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