CIUDAD DE MÉXICO, México, nov. 23 2012.- Hace 7 meses la Alameda Central, en la Ciudad de México, fue cerrada para su restauración. Hoy luce un nuevo rostro.
Es la Alameda de 1592, la misma que se mandó construir en la Nueva España, la misma que ha visto crecer la zona centro de la Ciudad de México a lo largo de 400 años. La misma que inspiró a Diego Rivera en su sueño de una tarde dominical en la Alameda.
"Se gastaron 240 millones de pesos en la restauración integral de carácter ambiental con la vegetación, con el sistema de riego, alumbrado, restauración de monumentos. Sustitución de pavimentos más la recuperación de las bancas históricas", Felipe Leal, secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda del GDF.
Diez hectáreas, 6 de área verde con 4 mil 500 árboles, 670 recién plantados.
"Cada virrey tenía su propio gusto. Revillagigedo, los fresnos y los sauces. Ya después para el siglo XIX empiezan a introducir nuevas especies ya con mayor ornamentación como la magnolia. Empiezan a introducir algunos pirules, unos pinos ayacahuite pero el fresno realmente es el rey en la Alameda", señala David Alcántara, director de Patrimonio Cultural Urbano de la Ciudad de México.
Se eliminaron barandales y arbustos resurgieron las obras de arte, como los cuerpos escultóricos de las fuentes de Mercurio, Venus, Primavera, Ddanaides, La bacante y Neptuno.
"Varias de las fuentes que tenemos aquí están en Argentina, en Italia. Es el momento del romanticismo francés, de los jardines", comentó David Alcántara, director de Patrimonio Cultural Urbano de la Ciudad de México.
La fuente de Venus es una de las seis fuentes originales de la Alameda Central. Una escultura hecha por la casa fundidora Le val d'osne, una empresa francesa. Maximiliano y Carlota mandaron traer esta pieza en el año de 1866 a través de un catálogo.
La empresa con sede en París logró ventas por catálogo en prácticamente todo el mundo. Por ejemplo La bacante tiene su par en Egipto, Chile y Reino Unido; y La Venus en la Costa Azul francesa.
Además se instalaron las llamadas fuentes en seco en torno a esculturas como Desespoir, y Malgré tout.
Las fuentes cuentan con tecnologías computarizadas de ahorro de agua y energía. Fueron instaladas cámaras de vigilancia.
Un jardín para visitar de día, pero también de noche. Se instalaron cerca de 450 luminarias, y al centro, donde alguna vez estuvo el kiosko, el Hemiciclo a Juárez con sus 7 metros de altura y 70 toneladas de peso.
"Tiene unas columnas de una sola pieza de mármol ¡Si vemos los leones son de una pieza! Se hizo completamente toda una limpieza. Se consolidó la piedra", explicó David Alcántara, director de Patrimonio Cultural Urbano de la Ciudad de México.
Las banquetas de la Alameda Central fueron reniveladas y con esto se logró una conexión: El eje peatonal Plaza de la República-Zócalo, que irá desde Insurgentes, pasará por el Monumento a la Revolución, en la Plaza de la República. Continuará por Paseo de la Reforma, por Avenida Juárez y la Alameda Central. En seguida se conectará con la Plazoleta del Palacio de Bellas Artes, con la calle Madero para concluir en el Zócalo.
"Fue el primer jardín en toda América, en todo el continente. Cuando la Alameda ya existía, en lo que se conoce hoy como Central Park, los búfalos seguían pastando en Manhattan", comentó Felipe Leal, secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda del GDF.
La Alameda Central será reabierta al público la próxima semana.
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