Sobrevivientes del alud en Guatemala

Mientras el suelo guatemalteco se sacudía por el sismo de 7.2 grados Richter, tres campesinos sacaban piedras cuando empezaron a sentir cómo caían sobre ellos gigantescas rocas

GUATEMALA, Guatemala, nov. 12, 2012.- A un milagro atribuyen haber sobrevivido al alud de piedras que se registró luego del fuerte sismo del pasado siete de noviembre en territorio guatemalteco.

Don Joel, don Lorenzo y su hijo, Luis, se dedican a la venta de material para la construcción en una Aldea en el departamento de Sololá, a unos ciento cuarenta kilómetros de la capital guatemalteca, pero desde el terremoto sus vidas cambiaron.

Mientras el suelo guatemalteco reportaba un fuerte sismo de 7.2 grados Richter, cinco días atrás, estos tres campesinos estaban sacando piedras como de costumbre, cuando escucharon un estruendo y empezaron a sentir cómo las gigantescas rocas empezaban a caer sobre ellos.

Su primera reacción fue salir corriendo y protegerse debajo de una enorme piedra, que por fortuna les salvó la vida. Don Joel, fue el único que presentó lesiones de consideración, ambas extremidades superiores sufrieron algunas lesiones por las piedras que le cortaron sus brazos.

Luego de aproximadamente treinta minutos, elementos de los Bomberos Voluntarios de la localidad, quienes fueron informados de la emergencia por automovilistas que vieron colgados a los tres campesinos en el cerro.

Estos fuertes movimientos telúricos, que se han ensañado con el territorio guatemalteco, ha cobrado la vida de 42 ciudadanos, aún dos desaparecidos y más de un millón de damnificados en por lo menos ocho de los veintidós departamentos que conforman la república guatemalteca, y que desde hace cinco días fueron declarados en Estado de Calamidad Pública debido al daño que sufrieron.

Según estadísticas oficiales por lo menos dos mil quinientas viviendas deberán de ser demolidas debido al daño que las ha dejado inhabitables, y más de 7 mil presentan daños menores como grietas y rajaduras.

Debido a la alarmante situación que se vive, autoridades han decidido suspender todas las actividades que impliquen las concentración masiva de los ciudadanos, para evitar más tragedias, ya que los sismólogos siguen reportando más réplicas, más de 109 hasta el momento en el país y sensibles sobretodo en la zona más devastada por el terremoto en donde más de 300 socorristas, entre ellos los Topos mexicanos, apoyan para rescatar de los escombros dos cadáveres que aún no han podido ser entregados a sus familiares.

Ante el dolor y la zozobra, los ciudadanos afectados piden a las autoridades solidarizarse con ellos y esperan recibir una pronta ayuda que mengüe un poco la pérdida de sus bienes y sus familiares ante esta tragedia de la naturaleza.