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DALLAS, Estados Unidos, nov. 2, 2012.- Para los estudiantes sin documentos la vida en los Estados Unidos no es fácil. Jaime Domínguez, uno de estos estudiantes indocumentados, tiene que estudiar, trabajar y transportarse en su coche, sin papeles ni licencia de conducir.
"Eso es la necesidad que uno tiene, a mí me han parado miles de veces, nada más, lo único que te dicen que si tienes tu licencia, se dice que no. Si es buena gente el policía, da ticket, si no, nos deja ir, con eso que te dicen que necesitas agarrar la licencia", comenta Jaime.
Todos los días recorre muchas millas para obtener un ingreso y poder pagar la colegiatura de la universidad pública de Texas.
"Yo soy mecánico en un taller de automóviles desde las 8:30 yo entro y salgo a las 5:00, después me voy a la escuela, ya después de la escuela, si me sale un trabajo lo tengo que ir a hacer", relata Jaime.
El presidente Obama envió una orden ejecutiva llamada "Deferred act" o Acta Diferida, para que estudiantes indocumentados y militares puedan vivir y trabajar en la Unión Americana por dos años.
El Proyecto Inmigrante de Forth Worth, Texas, ayuda a los llamados 'dreamers' o soñadores a presentar sus solicitudes.
Los requisitos para solicitar la acción diferida o el permiso de dos años son: ser menor de 31 años, haber ingresado a los EU antes de los 16 años, haber permanecido cinco años ininterrumpidos, ser estudiante o ex estudiante, no tener antecedentes penales y pagar 465 dólares.
Pero muchos estudiantes no se han animado a solicitar el permiso del gobierno de los Estados Unidos. Porque después de tantos años de vivir en las sombras, temen acudir a la Oficina de Migración o han usado algún documento falso.
"La mayor parte de las personas todavía está asustada, no tienen confianza en la administración de Obama, por eso es que de 1.7 millones de solicitantes que pueden calificar para la acción diferida, menos de 100 mil han aplicado para ésta. Están esperando a ver qué sigue con las elecciones", señala Alfonso Salas, representante estudiantil.
Los consulados de México en los Estados Unidos trabajan a marchas forzadas para atender a los estudiantes que requieren una identificación.
"Les estamos ayudando con la obtención de todos sus documentos probatorios, por ejemplo, pasaportes o matriculas y para eso, nosotros hemos tenido que abrir, como lo has visto, hay mucha gente, domingos, sábados, días festivos", dice Jonathan Chait, cónsul de México en Dallas, Texas.
Reyna Ruiz tiene 28 años, nació en Chihuahua y sin contar con residencia legal, logró obtener una licenciatura y una maestría en el estado de Texas.
Trabaja en el Centro Isenberg para Inmigración de Dallas como traductora y defensora de familias indocumentadas.
"El estudiante se esforzó, el estudiante duró las noches desvelándose, para poder sacar adelante la carrera, pero muchas veces los papás, las personas que están atrás, los hermanos, los que apoyan, ellos qué, ellos están desprotegidos", subraya Reyna Ruiz, maestra y activista indocumentada.
Lo que se requiere es una solución de fondo para más de 12 millones de indocumentados, dice Douglas Interiano, del Proyecto Inmigrante de Forth Worth, Texas:
"Hace 25 años que no pasa un cambio de ley, hace 25 años que no se le da una oportunidad a las personas, yo creo que es el momento de ver todo lo que la comunidad ha hecho."
En Estados Unidos cada año se gradúan de High School, el equivalente a preparatoria, 60 mil estudiantes indocumentados, la mayoría, brillantes y con un gran futuro en este país, donde llegaron como niños o incluso en los brazos de sus padres.
"Yo quisiera estudiar en una escuela, es un programa que es de diferentes marcas de carros, pero el cual te piden un seguro social y el cual uno no tiene", comenta Jaime Domínguez.
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