Familias separadas por la migración: Las deportaciones de Obama (Parte 1)

Noticieros Televisa viaja a Estados Unidos para conocer la realidad de familias que han sido separadas por las deportaciones

HOUSTON, Estados Unidos, oct. 31, 2012.- Noé Hernández ya no puede abrazar a su esposa Aída, ni a su hija Jocelyn, después de 23 años en los Estados Unidos, fue deportado a México.

De nada valió a Noé Hernández ser una persona honesta,  sin antecedentes penales y tener una esposa y tres hijas, todas ciudadanas de los Estados Unidos.

Desde su casa en el condado de Allen, a las afueras de Dallas, Texas, Aída, la esposa de Noé comenta a Guillermo López Portillo que la separación de su esposa ha sido muy dura.

Noé tenía una empresa con 12 empleados y viajaba por diversas ciudades de la Unión Americana, hasta que un día fue detenido por haber entrado ilegalmente a los Estados Unidos nueve años antes.

Pagó una fianza y trabajó un año con permiso de migración, pero al final lo deportaron.

"Estaba yo 100% segura de que se iba a quedar él, pero esa carta fue lo que más me dolió", señaló Aída.

Tan sólo en los primeros meses del 2012 fueron deportados de los Estados Unidos 45 mil padres de familia.

Viajamos Texas con los camarógrafos Constantino Arizmendi y Raúl Romero para conocer el drama de las familias separadas.

Con la ausencia de la cabeza familiar, la economía va en picada, ya perdieron una casa y la empresa de Noé se va resquebrajando.

"Se acaba de morir una sobrina, necesitábamos el apoyo de él y no está, a mí me están dando otra vez los ataques de ansiedad, de pánico y no puedo", relata Aída.

En Allen, Texas se quedaron su esposa y su hija menor, en Chicago, dos hijas mayores de su pareja anterior.

En el último año de la administración Obama las deportaciones alcanzaron un récord de 429 mil personas indocumentadas. Las autoridades de migración y aduanas afirman que alrededor de la mitad tenía antecedentes criminales.

Por errores en la defensa de Noe Hernández, durante el juicio migratorio, finalmente fue deportado.

Ahora, él vive en Querétaro, con la advertencia de que no puede entrar a los Estados Unidos en los próximos 10 años o se va directo a la cárcel.

"Lo que más me duele, es que él se mataba trabajando, toda la noche, al siguiente día, todo el tiempo desvelado, que yendo aquí, comprando material, para el trabajo, ni siquiera él estuvo para la graduación de su niña", comenta la esposa de Noé.

Noé Hernández no tuvo la mejor suerte. Fue deportado a México poco antes del 17 de junio de 2011, fecha en que el servicio de Inmigración y Aduanas ICE, emitió un memorándum para detener deportaciones.

Lo entrevistamos en la ciudad de Querétaro, donde está ahorrando para poder pagar la visita de su hija Jocelyn:

"El sueño americano ya se me esfumó, ya ahorita el sueño americano, se me cerraron las puertas, todo el sacrificio que yo había hecho durante veintitantos años, 23 años de desvelo, de trabajo, a veces de no comer, de no dormir, de estar estudiando, sacrificándome tanto y ahorita el sueño ya se me esfumó..."

Mañana, se abre una oportunidad para los estudiantes indocumentados en los Estados Unidos.