NUEVA YORK, Estados Unidos, oct. 25, 2012.- Miles de estudiantes de las secundarias y preparatorias públicas en Nueva York tienen ahora un lugar donde estacionar sus teléfonos celulares mientras asisten a clases, ya que esta prohibido introducir al recinto escolar dispositivos móviles.
"No nos dejan meter aparatos electrónicos al edificio escolar y pues cada mañana tenemos que pagar un dólar para meter nuestro teléfono y nos dan un boleto, y saliendo de la escuela das el boleto y te regresan tu teléfono", comenta la joven Gabrielle Beckford.
Se trata de un servicio de valet exclusivo para teléfonos celulares que provee una compañía particular a través de un camión que se estaciona enfrente de las escuelas para que los jóvenes temprano por la mañana puedan dejar sus teléfonos y recogerlos por la tarde al salir de clases por un dólar al día.
"Pienso que se nos debe permitir traer nuestros teléfonos porque algunos podríamos necesitar ponernos en contacto con nuestros padres y no podemos, o sea, ir diario a una oficina", señaló Krista Maynes.
Al menos unas 88 escuelas públicas de Nueva York con historial de violencia están siempre vigiladas por la policía y cuentan con detectores de metales para que no se introduzcan armas de fuego, ni celulares y dispositivos móviles.
Los camiones que proveen el servicio de valet requieren que los teléfonos estén apagados antes de recibirlos. Muchos estudiantes que tienen actividades extraescolares por la tarde prefieren pagar un dólar y recuperar sus teléfonos que dejarlos en casa y quedar incomunicados y desconectados.
"Yo tengo que saber qué está pasando en mi vida, mi buen. Soy basquetbolista y pues tengo que saber del basquetbol profesional, mi basquetbol de preparatoria, basquetbol universitario. Me gusta saber de todo lo que está ocurriendo en el basquetbol en todo el mundo mientras estoy en el edificio escolar durante las horas que esté ahí", dijo Zaire Long, estudiante.
El negocio de valet de celulares es robusto ya que al año el estudiante desembolsa unos 180 dólares y son miles de jóvenes los que usan y confían en el servicio a pesar de que no ofrece grandes garantías de seguridad.
Nueva York es la única ciudad donde se provee este servicio sin embargo muchos padres de familia, así como estudiantes, anhelan que en un futuro las escuelas públicas puedan crear un lugar donde poder dejar sus teléfonos mientras asisten a clases.
[[order]] [[autor]] escribió el [[time | date DD/MM/YYYY HH:mm]]
[[comment]]