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CIUDAD DE MÉXICO, México, sep. 28, 2012.- Los cambios bruscos de temperatura pueden ocasionar enfermedades respiratorias como catarro, influenza, bronquitis y sinusitis.
La nariz es la primera en resentir un cambio de temperatura.
Emilia Hidalgo, alergóloga pediatra, señaló: "En la nariz tenemos unos pelitos que se llaman cilios que regularmente nos sirven para filtrar el aire, filtrar bacterias o polvo o lo que está en el aire que respiramos, cuando hay cambios bruscos de temperatura, los cilios dejan de funcionar adecuadamente, se mueven un poquito menos".
Por ello, la persona está más expuesta a enfermarse.
El 80 por ciento son por causas virales y 20 por ciento por bacterias.
Los niños menores de cinco años y los adultos mayores de 60 son los grupos más vulnerables a los cambios bruscos de temperatura.
"El sistema inmunológico de este grupo de pacientes no está funcionando al 100 por ciento, lo que nosotros le llamamos como que está inmaduro", dijo la alergóloga pediatra.
Para evitar los cambios bruscos de temperatura, especialistas recomendaron, abrigarse bien, si la mañana o la noche están muy frías, al salir utilice cubre boca o pañuelo y realice el aseo nasal con frecuencia.
En esta época del año, los cambios bruscos de temperatura se incrementan.
La alergóloga pediatra, Emilia Hidalgo, agregó: "En otoño y en invierno llegamos a tener días muy calurosos, de repente mañanas y noches muy fríos, si hay cambios muy extremos de temperatura y sobre todo, eso puede hacer que haya más cuadros respiratorios".
Con las bajas temperaturas del invierno, los casos de enfermedades respiratorias como influenza se incrementan, por lo que hay que estar preparados con la vacunación.
Jorge López, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo: "La vacuna mixta que contiene los dos tipos de virus más habituales de la influenza, el estacional y el epidémico es conveniente que ya estén tomando sus previsiones. Las personas que tienen problemas de las vías respiratorias ya conocen con mucho más que es conveniente que lo hagan".
Para vacunarse, no hay que esperar a la llegada de la época de frío.
"La respuesta inmunológica tarda como un mes más o menos, entonces las personas que acuden con anticipación para que cuando lleguen los fríos intensos estén perfectamente preparadas", agregó Jorge López, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM.
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