La desaparición de Érika de la Piedra

Érika de la Piedra desapareció de uno de los estacionamientos más concurridos en el Distrito Federal, después de terminar con su novio

CIUDAD DE MÉXICO, México, sep. 24, 2012.- "Mientras comemos pensamos ¿comerá ella? Dormimos y pensamos ¿dónde dormirá? Me imagino millones de posibilidades, con la esperanza de que regrese lo más pronto posible", dijo Manuel Antonio de la Piedra, papá de Érika de la Piedra.

Desde hace más de dos meses y medio, ese es el dolor de los padre de Érika de la Piedra Manzano.

La joven, de 22 años de edad, estudiante de la carrera de Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desapareció el pasado 2 de julio al salir de un centro comercial ubicado en Avenida Cuauhtémoc, en el Distrito Federal, luego de romper sentimentalmente con su novio después de tres años de relación.

"Ella sale bien por su cuenta, sale sola y desde ese día ya no sé nada. Ese día es dos de julio, aproximadamente a las siete de la noche y desde ese día no sé nada. Necesito saber de ella, necesito encontrarla porque es una situación muy desesperante, mucha incertidumbre, mucho dolor", señaló Carolina Manzano, la mamá de Érika.

El dolor de los padres de no saber nada de Érika los ha llevado a no dormir, a comer poco, a recorrer hospitales, ministerios públicos y campamentos de niños de la calle con la esperanza de reencontrarla.

El rostro de Érika se puede ver en postes de luz, paradas de camión. En las redes sociales su caso también ha sido muy comentado.

"Ella está triste. Ella, sospechamos, que entró en un estado emocional, difícil y por eso creemos que aún no llega a casa. Estamos pidiendo que ojalá en su mente haya un momento de lucidez para poder regresar a su casa, no debe ser fácil estar allá afuera", añadió Carolina Manzano.

"Sin embargo, es importante distinguir entre un proceso de depresión y un proceso natural en el que la persona se siente confundida, melancólica y triste por esta ruptura y un proceso por el cual la persona ya ha perdido el contacto con la realidad y esto puede desencadenar otro tipo de factores de riesgo para la persona. En este caso ya es una situación de salir mental que ya está deteriorada o que lo pone en riesgo de continuar con sus actividades cotidianas", añadió Andrómeda Valencia, jefa del Centro de Servicio Psicológico de la UNAM.

Todos los días, los padres de Érika de la Piedra tienen la esperanza de que su hija toque la puerta de su casa o bien que les llame por teléfono para salir corriendo por ella y así terminar con la peor pesadilla de su vida.

"A nuestra amada y linda Érika, si nos estás viendo o escuchando, queremos hacerte una invitación, que regreses para abrazarte y besarte y poder resolver juntos cualquier problema o desilusión, que por difícil parezca, tiene solución. Te amamos con tus defectos y virtudes, ya que eres un gran ser humano", agregó Carolina Manzano.

Érika de la Piedra, de 150 de estatura, cabello lacio, ojos verdes y tez blanca. Cualquier información se puede proporcionar a los números 53455080 y 53455082.